JESÚS SE DELEITA CON NOSOTROS

San Alfonso María de Ligorio.

Jesús, no contento con dar la vida por nuestro amor, quiso también después de su muerte, quedarse con nosotros en el Santísimo Sacramento, declarando que entre los hombres hallaba sus delicias. 

Señor, aquí me tienes, delante del Tabernáculo, en donde permaneces durante el día y la noche por mi amor.

Tú eres la fuente de todo bien; el médico de todos los males; el tesoro de los pobres. 

Ante Ti tienes a un pobre enfermo pecador que te pide misericordia. Ten compasión de mí.

No quiero que mis miserias me desanimen, viendo que en ese Sacramento bajas todos los días del cielo a la tierra para mi bien. 

Yo te adoro, te alabo y te amo y si quieres que te pida una limosna, te pido esta  :

Señor, no quiero ofenderte más, quiero que me des luz y gracia para amarte con todas mis fuerzas. Virgen Santísima, queridos Santos, Ángeles y Bienaventurados, ayúdenme a amar a mi Señor

« Junto a Jesús está María Santísima  »

Madrte mía, Tú que eres el mayor consuelo que recibo de Dios,

Tú que eres el celestial alivio que suaviza mis penas, Tú que eres la luz de mi alma cuando se ve rodeada de tinieblas, Tú que eres mi guía en mis viajes, mi fortaleza en mis desalientos, mi tesoro en mi pobreza, mi medicina en mis enfermedades y mi consuelo en las lágrimas.

Tú que eres el refugio de mis miserias y, después de Jesucristo, la esperanza de mi salvación, atiende mis súplicas, ten piedad de mí como Madre que eres de un Dios que tiene tanto amor a los hombres.
Concédeme cuánto te pido, ¡Oh Clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
_*Virgen bendita ayúdame a limpiar mi corazón para que sea un lugar agradable en donde pueda reposar mi Señor*_