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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

MARIA siempre junto a su Hijo JESÚS

Madrte mía, Tú que eres el mayor consuelo que recibo de Dios,

Tú que eres el celestial alivio que suaviza mis penas, Tú que eres la luz de mi alma cuando se ve rodeada de tinieblas, Tú que eres mi guía en mis viajes, mi fortaleza en mis desalientos, mi tesoro en mi pobreza, mi medicina en mis enfermedades y mi consuelo en las lágrimas.

Tú que eres el refugio de mis miserias y, después de Jesucristo, la esperanza de mi salvación, atiende mis súplicas, ten piedad de mí como Madre que eres de un Dios que tiene tanto amor a los hombres.
Concédeme cuánto te pido, ¡Oh Clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!

_*Virgen bendita ayúdame a limpiar mi corazón para que sea un lugar agradable en donde pueda reposar mi Señor*_

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