Blogia
EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

LA BENEDICENCIA DE MARÍA

La Virgen María, modelo de rectitud, practicaba constantemente esta virtud. 
Como hijos de María ¡Cuánto hemos de cuidar lo que sale de nuestra boca!

La benedicencia es la virtud de hablar bien del prójimo. Para nosotros, esto *DEBE SER* un apostolado. Vencer el mal con el bien, es un modo concreto de pasar por el mundo, como Jesucristo, «haciendo el bien» (Hch 10, 38) y de edificar y servir a la Iglesia. 

La Benedicencia se entiende como la disposición firme y constante de difundir lo bueno de los demás y silenciar el mal que no debe ser divulgado.

Es aquello que nos debe caracterizar, estemos donde estemos.

 El corazón bondadoso busca pensar bien, justificar, perdonar, comprender.

El hombre de Dios tiene presente sus propios defectos, no para juzgar al prójimo, sino para vivir con humildad y siendo apóstoles de lo bueno. 

Como dice la escritura:*«El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón.

Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca»* (Lc 6:45)

Tengamos claro cuál debe ser la forma de hablar de aquel hijo fiel de María:

*«No digan malas palabras, sino solo palabras que ayuden a crecer y traigan bendición a quienes las escuchen.

No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé completa salvación»*, (Ef 4, 29-30) *

«No digan indecencias ni tonterías ni vulgaridades, pues esas cosas no convienen; más bien alaben a Dios”*.

(Ef 5, 4)

María sin pecado concebida, haz mi corazón semejante al tuyo.

0 comentarios