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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

JESÚS ADMIRABLE EN SU AMOR

San Alfonso María de Ligorio
Los gentiles, al oír referencias acerca de las obras admirables de amor de nuestro Dios, exclamaban: “¡Oh, qué bueno es el Dios de los cristianos!”Y aunque los gentiles hacían sus dioses a medida de sus gustos y caprichos, no obstante, si leemos sus historias, veremos que entre tantas fábulas y en medio de tantos dioses inventados, nadie llegó jamás a crear o imaginar un Dios tan enamorado de los hombres como nuestro Dios, el cual, para dar pruebas de su amor a los que le adoran y para enriquecerlos de gracia, obró este admirable prodigio de amor de quedarse día y noche escondido en nuestros altares, constituyéndose en nuestro perpetuo compañero, como si no pudiera, ni siquiera un instante, separarse de nosotros.¡Dulce Jesús!, has obrado el más estupendo de tus milagros para satisfacer el excesivo deseo que tienes de vivir siempre con nosotros. Y, sin embargo, ¿por qué los hombres huyen de tu presencia? ¿Cómo pueden vivir tanto tiempo lejos de Ti? Un cuarto de hora que pasen en tu presencia les parece un siglo, por el fastidio que sienten.¡Oh paciencia de Jesús, cuán grande eres! Mas , ya entiendo, Señor, que es grande porque es muy grande el amor que tienes a los hombres y este es el motivo que te obliga a permanecer continuamente entre tantos ingratos.
Dios mío, no permitas que de aquí en adelante pertenezca al número de ingratos como lo he sido hasta ahora.Concédeme un amor igual al que Tú mereces y a la obligación que tengo de amarte.Hubo un tiempo en que también me cansaba de estar en tu presencia porque no Te amaba o porque Te amaba muy poco; mas si con tu gracia llego a amarte cuanto debo, entonces, Señor, no me cansaré de estar a tus pies día y noche.Te ofrezco, Padre, a tu mismo Hijo y por sus méritos te pido un amor tan ardiente al Santísimo Sacramento que siempre que pase por una iglesia, desee ansiosamente el momento de correr a Tu presencia para adorarte y amarte.

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