Conociendo a MARIA
*Amando a María* -
Día 09-
*La devoción a la Santísima Virgen*La devoción, dice Santo Tomás de Aquino, "No es otra cosa que una voluntad de entregarse a todo lo que pertenece al servicio de Dios".La devoción, pues, radica en la intimidad del que se siente inclinado al servicio amoroso de quien le es superior y en este caso a MARÍA la Madre de Dios y Madre de todos los hombres.Cuando se acepta con fe y buena voluntad la primacía de Santa María sobre los Ángeles y los Santos, por ser la Madre de Dios y por su estrecha relación con los misterios de Cristo Redentor, se produce en los cristianos una actitud de veneración a María tal, que se manifiesta en un culto lleno de respeto, de devoción personal y profunda, en prácticas de piedad que la Iglesia recomienda y bendice. Esto no entorpece el culto a Dios, sino que lo favorece e impulsa.
Las prácticas de piedad marianas su forma y duración variará para cada lugar y con el correr del tiempo, hasta pueden derivar sus modos y esplendor, pero siempre, ya sean públicas o privadas, tenderán a honrar a nuestra Madre y a conseguir su intercesión poderosa.
El culto a la Madre de Dios, a través de sus imágenes o cuadros, queda bien claro: No se venera la imagen o el cuadro como tal, sino a la persona representada. La verdadera devoción a María debe ser “No un afecto estéril y pasajero, ni una vana credulidad, sino que la devoción a Santa María necesita de una fe viva, que lleva al amor y se traduce en imitación”.
Con San Juan Pablo II podemos decir: "Se trata aquí, no sólo de una doctrina de la fe, sino también de la vida de fe y, por tanto, de la auténtica espiritualidad mariana, a la par de la devoción correspondiente, encuentra una fuente riquísima en la experiencia histórica de las personas y de las diversas comunidades cristianas, que viven en los diversos pueblos de la tierra".
Rezar:
Padre Nuestro
Ave María
Gloria.
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