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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

LA FUENTE DE TODOS LOS BIENES

He aquí la fuente de todo bien, Jesús en el Santísimo Sacramento, el cual dice: “Si alguno tiene sed, venga a Mí”.

¡Cuán abundantes gracias han sacado los Santos de esta fuente del Santísimo Sacramento, donde Jesús concede todos los merecimientos de su Pasión! Como lo predijo el Profeta:
“Y ustedes sacarán agua con alegría de las vertientes de Salvación”. ¡Amable Jesús, dulce, amado, vida, esperanza, tesoro y único amor de mi alma! ¡Cuánto te costó quedarte con nosotros en este Sacramento! Cuando lo instituiste ya conocías las ingratitudes, las injurias con que te habían de tratar los hombres; pero tu ardiente caridad para con nosotros fue mayor que nuestra maldad y miseria; sí, todo lo venció tu amor y el deseo de ser amado por nosotros. Ven, pues, Señor; ven y entra en mi corazón, para que jamás entre en él criatura alguna a tomar parte de aquel amor que a Ti es debido y que yo quiero dar entero a Ti. Amado Redentor, habla a mi corazón que tu siervo escucha; manda, Señor que quiero obedecerte fielmente y si alguna vez no te obedezco perfectamente, corrígeme, para que sepa en lo futuro que debo agradarte como Tú quieres. Haz que yo no desee otra cosa ni busque otro contento que el de servirte, visitarte a menudo en el Sagrario y recibirte en la Sagrada Comunión. El que lo desee que busque otros bienes, que yo no amo ni deseo otra cosa que el tesoro de tu amor: esto es lo que siempre quiero pedir al pie del altar. Haz que me olvide de mí para que no me acuerde sino de tu infinita bondad. *

María Santísima* Inmaculada, purísima Virgen María, Madre de Dios, Eres superior a todos los santos; eres la esperanza de los pecadores, después de tu Hijo Jesucristo, y la alegría de los justos. Por tu mediación estamos reconciliados con Dios. Cúbrenos con las alas de la misericordia, ten piedad de nosotros y, puesto que nos hemos entregado a tu servicio, admítenos en el número de tus siervos y no permitas que Satanás nos arrastre al Infierno. ¡Virgen Inmaculada!, nos acogemos a la sombra de tu protección y, con una confianza filial, te rogamos que intercedas ante tu Hijo para que no nos desampare y abandone al poder del demonio, nuestro enemigo.


_*Virgen Santísima, acompáñame en esta visita a mi Señor, enséñame a hablarle como tú le hablas y a amarle como tú le amas.*_

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