A JESÚS POR MARÍA
*Preparación de la Consagración a María*
*DÍA 21*_
“Se tu...ese alguien” (con María)_
En caso de que la lista de 12 deberes de ayer nos haya parecido algo dificil, lo vamos a ver de una manera más simple recordando la esencia de la consagración de Madre Teresa a María:
“Se tu ese alguien”. Es decir “Se tu ese alguien, con María”.
¿Qué significa esto?
La clave viene de un versículo del Salmo 69,21
“El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay; consoladores y no encuentro ninguno”.
La Madre Teresa responde, “Se tu ese alguien”, alguien que consuela a Jesús saciándole en su ardiente sed de amor.
Escribe: “Díganle a Jesús:
“Yo seré quien sacie Su sed”. Yo le consolaré, le alentaré y le amaré. ... Estén con Jesús.
Él rezó y rezó, y después fue en busca de consuelo, pero no lo había. ... Yo siempre escribo esa frase: “Busqué quien que me consolara, pero no encontré a nadie”.
Después escribo:
“Se tu ese alguien”.
Entonces ahora seamos “ese alguien”.
Traten de ser quien puede compartir con Él, confortarle, consolarle. Y pidámosle a Nuestra Señora la Virgen María que nos ayude a comprender”.
Esa última frase es clave. Necesitamos a María para ayudarnos a entender la sed de Jesús. Es ella la que le consuela mejor. Es la esposa del Consolador, del Espíritu Santo. A través de María, el Espíritu Santo puede ayudarnos a entender lo que significa consolar al Corazón de Jesús:“Tratemos de manera particular de llegar a estar lo más cerca del Corazón de Jesús humanamente y tratemos de entender todo lo posible el terrible sufrimiento de Jesús, que le causan nuestros pecados y Su sed de nuestro amor. … Gracias a Dios estaba allí María para entender plenamente la sed de amor de su Hijo Jesús. Ella tuvo que responder inmediatamente: “Sacio Tu sed con mi amor y el sufrimiento de mi corazón”.
Sí, podemos dar gracias a Dios por María. Nos enseña a “ser ese alguien” al lado de ella, consolando a Jesús en el Calvario.
Nos ayuda a decir a Jesús sin tardar: “Jesús, sacio Tu sed”.
Pero ¿qué significa exactamente esto? ¿Qué significa saciar la sed de Jesús?
Son dos cosas:
1- Consolar a Jesús, a la Cabeza de su Cuerpo Místico y
2- Consolarlo en los miembros de su Cuerpo.
¿Cómo consolamos a Jesús, a la Cabeza del Cuerpo?
Siendo apóstoles de alegría, es decir “consolar al Sagrado Corazón de Jesús mediante la alegría” y lo hacemos especialmente con la alegría de María.
Pues la Madre Teresa continúa diciendo: “Por favor, pídale a Nuestra Señora , la Virgen Maria que me dé su corazón”. María es la que, a pesar de su propia prueba de oscuridad, alaba y da gracias a Dios por todo, le sonríe y lo consuela con su amor.
Es sencillo y hermoso. Madre lo resume con sus tres virtudes características:
a) La entrega total a Dios,
b) La confianza amorosa y
c) La alegría perfecta.
Es ser como un niño, con María, sonriendo a Jesús y amándolo desde el pie de la Cruz.
¿Cómo consolamos a Jesús en los miembros de su Cuerpo?
Reconociendo su sed. Todos tienen sed: ricos y pobres, jóvenes y mayores, creyentes y no creyentes. Cada persona tiene un corazón inquieto, pues el hombre es una sed inquieta. Consolar a Jesús en los demás es responder a su sufrimiento, especialmente a ese sufrimiento más profundo y universal: la sed del amor.
Debemos responder a esta sed en los demás no con indiferencia sino con una sonrisa dulce que dice:
“Me alegra que tú existas, y yo también entiendo el dolor de la sed”.
Madre Teresa explica:
“El mayor mal es la falta de amor y de caridad, esta terrible indiferencia hacia el prójimo.... La gente hoy tiene hambre de amor, de este amor comprensivo,que es mucho mayor y que es la única respuesta a la soledad y a la gran pobreza”.
Aceptando su propia sed (con la ayuda de María) y no huyendo de ella, la Madre Teresa pudo entender la sed de los demás — tanto la de Jesús en la Cruz como la de Jesús en su prójimo — y se convirtió en apóstol de misericordia y alegría: una verdadera misionera de la caridad.
*Oración del día:
*Ven, Espíritu Santo, que habitas en María. Ayúdame a “ser ese alguien” para consolar a Jesús con María
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