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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

Conociendo a MARIA

Nuestra Señora Santa María de Guadalupe.

El angelito


El angelito es una figura muy importante en toda la imagen de la Virgen de Guadalupe pues, de alguna manera, es por quien se identifica claramente a la Virgen del Tepeyac.Este ángel es un cuauhtlatoatzin, que significa: águila que habla cosas divinas o preciosas, pues tiene alas de águila. Es un ángel que ni está “cargándola” ni está “colgándose” de Ella, sino que la está presentando y, con Ella, a quien es el centro de esta Imagen que es Jesucristo en su inmaculado vientre.El angelito con su mano derecha toma la punta del manto azul–verdoso lleno de estrellas que significa el universo y con la mano izquierda mantiene sujeta la punta de la túnica rosa, que significa la tierra; él une en armonía el cielo y la tierra; exactamente como eran representadas las águilas en los códices.La alas del angelito tienen tres colores: azul, blanco y rojo, que se unen en su significado al color negro de la luna; ya que estos son los colores de los cuatro rumbos del universo: el negro simboliza al Norte; el azul, al Sur; el blanco, al Oeste; y el rojo, al Este.El rostro del ángel es muy hermoso, especialmente según las categorías estéticas indígenas, pues tiene una cierta calva, que para los indígenas significaba ancianidad, es decir, sabiduría, autoridad, raíz de la verdad cultural.Él también lleva un medallón de color oro que se relaciona con el medallón que porta la Santísima Virgen de Guadalupe
La luna La luna está en cuarto menguante y es negra porque está en contra luz con el sol, su color complementa, como ya decía, con el color de las alas del ángel, los cuatro rumbos del universo.La Virgen de Guadalupe está de pie apoyando su cuerpo en “paso de danza” u “oración”, a la usanza indígena, en el centro de la luna.Si tomamos en cuenta los códices y la mentalidad indígena estamos ante uno de los puntos importantes de su mensaje; ya que la expresión “Me-xi-co” significa: “en el centro de la luna” o “en el ombligo de la luna” lo que a su vez significa “en el hogar de la divinidad omnipotente”, “en el centro creador del universo”, “en el lugar donde surgen los cuatro rumbos del universo”.Lo que nos ayuda a entender que esta mujer “en cinta” portando al verdaderísimo Dios por quien se vive en su inmaculado vientre, viene en el centro de la luna, es decir, a la casa de Dios Omnipotente, centro de la creación del universo, de donde surgen los cuatro rumbos del universo. Ella viene con el verdadero Sol de Justicia en su inmaculado vientre, eclipsando y superando absolutamente todo.Dios en María es el Ser Supremo por excelencia y viene a su “hogar”, centro de su “casita sagrada”, centro de su Iglesia
El zapatoEl zapato apoyado en el centro de la luna negra forma parte de lo que se llama “paso de danza”. Sin embargo, un punto por demás interesante es que este zapato no tiene color, sino lo que se observa es el color de la tilma, por lo que se ven claramente las tramas del hilo de la tilma lo que nos ayuda, comparativamente, a confirmar que la tela de la tilma no tiene una preparación.Una tela semejante, porosa, llena de agujeros, con una costura visible en medio, rasgaduras, nudos por el amarre de los hilos, no es útil para recibir color sino que se necesitaría una preparación con una pasta que cubriera todas las imperfecciones y, así mismo, hacer que el color se conservara hacia enfrente de la obra. Este es un punto por demás sorprendente pues en este zapato se ve claramente que la tela no tiene ningún tipo de preparación y que tiene varias imperfecciones, pero la Virgen de Guadalupe las ha “aprovechado” para su belleza.
Las estrellas El martes 12 de diciembre de 1531 ocurrió el milagro de la impresión de la Imagen de la Virgen de Guadalupe en el ayate de San Juan Diego. La mañana de ese mismo día tuvo lugar el solsticio de invierno, que para las culturas prehispánicas significaba el nacimiento del nuevo Sol. Para los indígenas el solsticio de invierno era el día más importante en su calendario religioso, era el día en que el Sol vence a las tinieblas y surge victorioso. Por esto no es casual que precisamente en ese día la Virgen de Guadalupe haya presentado a su Hijo Jesús a los pueblos indígenas porque así ellos pudieron comprender que Ella traía en su seno al Dios verdadero. 
En el manto están representadas las 46 estrellas más brillantes de las principales constelaciones visibles desde el Valle del Anáhuac aquella madrugada del 12 de diciembre de 1531

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