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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

Intercesores

Intercesores

Dios, conoce la fuerza interior que hay en tí, por eso confía que harás las cosas mejor que ayer.Deja tus actitudes erróneas y da lo mejor de ti a los demás .Eres hijo ( a ) de Dios , si puedes.MANANTIAL DE VIDA SHEKINA

¿Quieres ser amigo de DIOS?

¿Quieres ser amigo de DIOS?

QUIERO SE AMIGO DE DIOS

 

Nuestra Amistad con JESUS.

En las largas travesías del desierto, el pueblo de Dios instalaba, fuera del lugar donde acampaba, la llamada Tienda de la reunión o del encuentro. Se trababa de un sitio sagrado, santo, un lugar aparte. Moisés la llamo Tienda de las Citas Divinas (Exodo 33,7-11) fue el primer templo de Dios en medio de su pueblo. El que visitaba al señor salía fuera del campamento y se dirigía a la Tienda del encuentro. Allí iba Moisés para exponer al Señor las necesidades del pueblo y Dios hablaba a Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo.

En diversas ocasiones nos muestra la Sagrada escritura a Dios como amigo de los hombres. También Abraham es llamado el amigo de Dios (Isaias 41, 8) y el pueblo apelaba con frecuencia a esta amistad para invocar el perdón y la protección divina. Es mas, toda la revelación tiende a formar un pueblo amigo de Dios, enlazado con Él por una estrecha Alianza, que es continuamente renovada. <> (Dei Verbum 2) Este designio divino tuvo su pleno cumplimiento cuando, llegada la plenitud de los tiempos, el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad Santa, se hizo hombre.

 

 Como la amistad supone cierta igualdad y comunidad de vida y la distancia entre Dios y el hombre es infinita, Dios tomo la naturaleza humana y el hombre se hizo participe de la divinidad mediante la gracia santificante.

<>, la amistad exige benevolencia mutua. Primero nos amo Dios y así pudimos corresponder; nosotros le amamos porque Él nos amo primero (1 Juan 4, 19) El hombre manifiesta su correspondencia aceptando este amor de Dios, abriéndole su alma, dejándose amar, expresando en obras su amor.

La esencia de la amistad entre Dios y los hombres se fundamenta en la naturaleza de la caridad, que es sobrenatural y se derrama en nuestros corazones (Romanos 5, 5) para que podamos amar a Dios con el mismo amor con el que Él nos ama. Jesús nos dice: Como el Padre me amo, así también los he amado: permanezcan en mi amor (Juan 15, 9 ). Y dirigiéndose al Padre: el amor con que Tu me amas este en ellos y yo este en ellos (Juan 17, 26). La seguridad de que Dios nos ama es la raíz de la alegría y gozo del cristiano: Y son ustedes mis amigos (Juan 15, 13-14). ¡Qué inmensa alegría podernos llamar amigos de Dios!

        

A lo largo de su vida terrena, Nuestro Señor estuvo siempre abierto a una amistad sincera con quienes se le acercaban; es mas, en muchas ocasiones fue Él quien tomo la iniciativa para atraerse a todos a sí: como Zaqueo, con la mujer samaritana, con todos. Era amigo de sus discípulos, que son conscientes de este particular aprecio.

Cuando no entendían algo, se acercaban a El con confianza, como nos dice en Mateo 13, 36-43. “Explícanos la parábola”  le piden con toda naturalidad. Y el Señor les toma parte y les desvela el contenido de sus enseñanzas de una manera más intima. También participaban de sus alegrías y de sus preocupaciones y recibían aliento y animo cuando lo necesitaban.

Del mismo modo, el Señor nos ofrece ahora su amistad desde el Sagrario. Allí nos consuela, nos anima, nos perdona. En el Sagrario, como en aquella Tienda de la Citas Divinas, del encuentro, habla el Señor con todos, cara a cara, como un hombre habla con su amigo. Con la gran diferencia de que aquí, en nuestros templos, esta Dios hecho Hombre: Jesús, el mismo que nació de Santa Maria, el que murió por nosotros en una cruz.

 

JESUCRISTO, ejemplo de toda amistad verdadera.

A Jesús le gustaba conversar con quienes acudían a Él o con quienes encontraba en el camino. Aprovecha estas ocasiones para llegar al fondo del alma y levantar el corazón hasta un plano mas alto, muchas veces, cuando sus interlocutores estaban bien dispuestos, hasta la conversión y la entrega plena. También quiere hablar con nosotros en la intimidad de la oración. Y para eso debemos estar abiertos al dialogo, a la amistad sincera. >

        

Los cristianos podemos ser hombres y mujeres con mas capacidad de amistad, porque el trato habitual con Jesucristo nos dispone a salir de nuestro egoísmo, de la preocupación excesiva por los problemas personales y así estar abiertos a quienes frecuentan nuestro trato, aunque sean de diferente edad, aficiones, cultura o posición. La amistad, con todo, no nace de un simple encuentro ocasional, ni de la mutua necesidad de ayuda. Ni siquiera de camaradería, el trabajo en común o la misma convivencia llevan necesariamente a la amistad. No son amigas las personas que se encuentran todos los días en la misma escalera, en el micro o en la oficina. Ni la mutua simpatía es, por si misma, amistad.

Santo Tomas afirma, que no todo amor indica amistad, sino el amor que entraña benevolencia, es decir, cuando apreciamos a alguien de tal manera que deseamos para él el bien. Existe mas posibilidad de amistad cuando más grande es la ocasión de difundir el bien que se posee: <> el mal, el pecado, no une jamas en la amistad y en el amor.

        

Nosotros, los cristianos, podemos dar a nuestros amigos comprensión, tiempo, animo y aliento en las dificultades, optimismo y alegría, muchos detalles de servicio, pero, sobre todo, podemos y debemos darles el bien más grande que poseemos: CRISTO mismo, el AMIGO por excelencia. Por eso la amistad verdadera lleva al apostolado, en el que comunicamos los bienes inmensos de la fe.

 

APOSTOLADO  y AMISTAD: Fomentar una amistad cordial y optimista con quienes nos relacionamos.

Y conversaba con Moisés, cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Quien vive en amistad con Dios entenderá con mas facilidad el valor de la amistad en si misma y sin instrumentalizarla, será cauce de un apostolado fecundo: <>, como exigencia que le es natural, que pide comunicar al amigo los bienes propios.

Un amigo fiel es un refugio seguro; el que lo halla ha encontrado un tesoro. ¿Que no daría uno por un amigo fiel? ¡No tiene precio!. Por eso mismo la amistad necesita ser protegida <> y defendida contra el paso del tiempo, que lleva al olvido, al distanciamiento; contra la envidia, que es frecuentemente lo que más corrompe la amistad.

Ojalá podamos decir como aquel hombre, que terminaba así unos apuntes  autobiográficos: <>

        

Al amigo se le pide que sea fiel <Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del Hombre? (Lucas 22, 47-48)>> que se mantenga firme en las dificultades, que resista la prueba del tiempo y de las contradicciones, que salga en defensa de su amigo en cualquier situación que se presente: <>

        

Hermanos, fomentemos la amistad cordial y sincera, optimista, con quienes nos relacionamos todos los días: con los vecinos, con los compañeros de trabajo o de estudio, con esas personas de las que recibimos o a quiénes prestamos cada día un servicio exigido por el quehacer profesional o voluntario. Seamos amigos de modo particular con nuestros hermanos en la fe. <>

Pero, sobre toda amistad, debemos hacer fuerte y piadosa la amistad: con el Gran Amigo, que nunca traiciona. A Él lo encontramos con suma facilidad; esta siempre dispuesto a recibirnos, a permanecer con nosotros el tiempo que deseemos. Podemos ir a cualquier parte del mundo donde quisiéramos, cambiarnos de casa cuantas veces lo deseemos, en la Iglesia Católica más próxima nuestro AMIGO esta siempre esperándonos, días tras día. Allí podemos hablar cara a cara, como un hombre habla con su amigo; nos espera siempre y desea que vayamos a verle y a oírle. En Él aprendemos de verdad a ser amigos de nuestros amigos, a estar siempre prontos y abiertos a toda amistad sincera, que será camino natural por el que CRISTO, nuestro AMIGO llegue hasta lo mas profundo de nuestras almas.

Nosotros somos una Comunidad privilegiada, tenemos la gracia de tener al AMIGO. Pero aunque esta siempre esperándonos; hoy mas que nunca debe sentirse solo; porque a pesar que sabemos donde esta no lo vamos a visitar aunque sea un ratito. Yo tuve una experiencia maravillosa a solas con ÉL, gracias a estos encuentros puede aceptar muchas cosas que no podía aceptar: <>. Sin embargo Señor, conocerte a Ti es verdadera sabiduría: (San Francisco de Asís)  y comprender lo que aun me faltaba comprender: Mi ideal es llegar a ser considerado como su amigo>>.

Si, Señor, yo creo que tú eres el CRISTO, el hijo de Dios, el que tenia que venir al mundo. Junto a MARIA, desde esta reflexión yo te digo: <<JESUS, yo quiero ser tu amigo. Señor, yo creo, pero, aumenta mi poca fe>>. Señor, sé que a lo mejor es un atrevimiento hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza (Génesis 18, 27).

Conzcamos a San Miguel Arcangel

Conzcamos a San Miguel Arcangel

"¿Quién como DIOS?"

Su fiesta, junto con los arcángeles Gabriel y Rafael, se celebra el 29 de septiembre

 

¿Quién es San Miguel Arcángel?

San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.

Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.

 

La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego. Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.

 

La Fidelidad de San Miguel para con Dios

El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios". Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.

 

San Miguel en las Sagradas Escrituras

En el Antiguo Testamento

San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea. En el libro de Daniel, Dios envía a San Miguel para asegurarle a Daniel su protección.

"Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia...Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro príncipe, mi apoyo para darme ayuda y sostenerme." - Daniel 10:13.

"En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo" - Daniel 12:1

El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto, es aceptado que el ángel que el Señor había asignado a los Israelitas en los días de Moisés, para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones idólatras que destruiría por medio de ellos, es el mismo San Miguel.

 

 

En el libro del Exodo el Señor dijo a los Israelitas

He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz: no le seas rebelde, que no perdonara vuestras transgresiones, pues en el esta mi Nombre. si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios. Mi ángel caminara delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. No te postrarás ante sus dioses, ni les darás culto, ni imitaras su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus estelas. Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios". - Exodo 23:20.

 

Después de la muerte de Moisés, según la tradición judía (Referida en Judas 9)

San Miguel altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés. En obediencia al mandato de Dios, San. Miguel escondió la tumba de Moisés, ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los Israelitas al pecado de idolatría.

San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término sus designios de misericordia y justicia para su pueblo escogido. Vemos como Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y del Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa:

En cuanto los hombres de Macabeos supieron quue Lisias estaba sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lagrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a Israel.... Cuando estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro. Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y sintieron enardecerse sus ánimos  - 2 Macabeos 11:6

Tu, soberano, enviaste tu ángel a Exequías, rey de Juda, que dio muerte a cerca de ciento ochenta y cinco mil hombres del ejercito de Senaquerib. Ahora  también, Señor de los cielos, envía un ángel bueno delante de nosotros para infundir el temor y el espanto. ¡Que el poder de tu brazo hiera a los que han venido blasfemando a atacar a tu pueblo santo! - 2 Macabeos 15:22.

 

En la actualidad, los judíos invocan al Arcángel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: "Miguel, príncipe de misericordia, ora por Israel".

 

En la Nueva Alianza

La posición de San Miguel es también muy importante en el N.T. donde continúa su poderosa defensa.  Con sus ángeles, el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles rebeldes, los cuales son arrojados del infierno.  Es por eso venerado como guardián de la Iglesia.

"Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el dragón y sus ángeles combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero"  - Apocalipsis 12,7-9

 

La carta de Judas se refiere a San Miguel en batalla contra Satanás. 

El honor y la veneración a San Miguel, como testifican los padres de la Iglesia, ha sido parte esencial de la vida de la Iglesia desde sus inicios. Se le han atribuido un sin numero de beneficios espirituales y temporales. El emperador Constantino, atribuyó a este arcángel, las victorias sobre sus enemigos y por ello le construyo cerca de Constantinopla una magnifica iglesia en su honor.

Esta se convirtió en lugar de peregrinación y muchos enfermos recibieron sanación gracias a la intercesión de San Miguel.

 

San Miguel y la Eucaristía

Se nos enseña en la Tradición que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y esta de pie ante el altar como nuestro intercesor y el portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios.

En el Canon #1 de la Misa: "que tu ángel presente ante Ti las oraciones de tu Iglesia"

Es muy interesante notar en las apariciones marianas que han incluido manifestaciones de San Miguel, que su relación con la Eucaristía, y a la adoración debida a Jesús Eucarístico y a la Santísima Trinidad:

 

Primera aparición: Fátima: En 1916 se les aparece el ángel por primera vez. Se arrodilla en tierra inclina la frente hasta el suelo y pidió que oraran con el: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman".

Segunda aparición: "¡Rezad, rezad mucho. Los corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!"

Tercera aparición: Se aparece con un cáliz en sus manos sobre el cual esta suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al cáliz. Dejando el cáliz y la hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces: "Santísima Trinidad, Padre , Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosismo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores".

Después se levantó y dio la Hostia a Lucia, y el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo: "Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.

 

San Miguel, defensor de los moribundos

San Miguel continua su ministerio angélico en relación a los hombres hasta que nos lleva a través de las puertas celestiales. No solo durante la vida terrenal, San Miguel defiende y protege nuestras almas, el nos asiste de manera especial a la hora de la muerte ya que su oficio es recibir las almas de los elegidos al momento de separarse de su cuerpo.

En la liturgia la Iglesia nos enseña que este arcángel esta puesto para custodiar el paraíso y llevar a el a aquellos que podrán ser recibidos ahí. A la hora de la muerte, se libra una gran batalla, ya que el demonio tiene muy poco tiempo para hacernos caer en tentación, o desesperación, o en falta de reconciliación con Dios. Por eso es que en estos momentos se libra una gran batalla espiritual por nuestras almas. San Miguel, esta al lado del moribundo defendiéndole de las asechanzas del enemigo.

Anécdota: San Anselmo cuenta de un religioso piadoso que a punto de morir recibía grandes asaltos de demonio. El demonio se le apareció acusándole de todos los pecados que había cometido antes de su bautismo (tardío). San Miguel se aparece y le responde que todos esos pecados quedaron borrados con el Bautismo. Entonces Satanás le acusa de los pecados cometidos después del Bautismo. San Miguel le contesta que estos fueron perdonados en la confesión general que hizo antes de profesar. Satanás, entonces, le acusa de las ofensas y negligencias de su vida religiosa. San Miguel declara que esos han sido perdonados por sus confesiones y por todos los buenos actos que hizo durante su vida religiosa, en especial la obediencia a su superior, y que lo que le quedaba por expiar lo había hecho a través del sufrimiento de su enfermedad vividos con resignación y paz.

 

En los escritos de San Alfonso de Ligorio encontramos: "Había un hombre polaco de la nobleza que había vivido muchos años en pecado mortal y lejos de la vida de Dios. Se encontraba moribundo y estaba lleno de terror, torturado por los remordimientos, lleno de desesperación. Este hombre había sido devoto de San Miguel Arcángel y Dios en su misericordia permitió que este arcángel se le apareciera.   San Miguel le alentó al arrepentimiento, diciéndole que había orado por el y le había obtenido mas tiempo de vida para que lograra la salvación. Al poco rato, llegan a la casa de este hombre 2 sacerdotes dominicos, que dijeron se les había aparecido un extraño joven pidiéndoles que fueran a ver a este hombre moribundo. El hombre se confesó con lágrimas de arrepentimiento, recibió la Santa Comunión y en brazos de estos dos sacerdotes murió reconciliado con Dios.

 

ORACIONES A SAN MIGUEL

La oración a San Miguel del Papa León XIII

En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporo, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?

 

El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su oficina.

¿Qué vio León XIII?  "Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo." También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenia que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito.

 

Oración 

"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén."

(Aunque no es obligación, se puede continuar con gran provecho la práctica de rezar esta oración después de la Santa Misa como se hacía antes del Concilio Vaticano II.)

 

Coronilla de San. Miguel

Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota Sierva de Dios Antonia De Astónac. El arcángel le dijo a la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones. Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.

Promesas

A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones: Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión. Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aun mas, serán acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.

En esta coronilla invocaremos a los nueve coros de ángeles. Después de cada invocación rezaremos 1 Padre Nuestro y 3 Avemarías. Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están mas alejados de Dios.

 

CORONILLA A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Se comienza la Corona rezando en la medalla, la siguiente invocación:

En el Nombre del Padre.... Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.  Gloria al Padre, etc.

 

I. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego de la Caridad Perfecta. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

II. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén.

 1 Padre Nuestro

 3 Avemarías

III. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

IV. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

V. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

VI. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

VII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

VIII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.

1 Padre Nuestro

3 Avemarías

IX. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.

 

Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:

* En honor a San Miguel                                1 Padre Nuestro       

* En honor a San Gabriel                               1Padre Nuestro

* En honor a San Rafael                                1 Padre Nuestro             

* En honor a nuestro ángel de la Guarda     1 Padre Nuestro

 

O Glorioso Príncipe San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, Guardián fidelísimo de las almas, Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino, Sois nuestro admirable Guía y Conductor.

Vos brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección para que seamos mas y mas fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.

V. Rogad por nosotros, O Glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor.

     

Oración

Omnipotente y Eterno Dios, os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de Vuestra Iglesia.

Humildemente os suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor Nuestro, guiadnos por medio de este mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la Presencia de Vuestra Excelsa y divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

 

Novena a San Miguel Arcángel

¿Por qué necesitamos a San. Miguel en estos tiempos?

Como remedio contra los espíritus infernales que se han desencadenado en el mundo moderno, somos llamados a invocar y buscar la ayuda de San. Miguel Arcángel. Dice el Cardinal Mermillod: "En estos tiempos, cuando la misma base de la sociedad esta tambaleándose como consecuencia de haber negado los derechos de Dios, debemos revivir la devoción a San Miguel y con el gritar: "¡¿Quién como Dios?!"

 

San Francisco de Sales

"La veneración a San Miguel es el mas grande remedio en contra de la rebeldía y la desobediencia a los mandamientos de Dios, en contra del ateísmo, escepticismo y de la infidelidad."

Precisamente, estos vicios son muy evidentes en nuestros tiempos. Mas que nunca en nuestra era actual necesitamos la ayuda de San. Miguel en orden a mantenernos fieles en la Fe. El ateísmo y la falta de fe han infiltrado todos los sectores de la sociedad humana. Es nuestra misión como fieles católicos confesar nuestra fe con valentía y gozo, y demostrar con celo nuestro amor por Jesucristo.

Como individuos, como naciones, como Iglesia, estamos en gran batalla espiritual. Es nuestro deber de amor usar todas las armas espirituales para batallar con amor, fortaleza y astucia. La Virgen dijo a la Venerable María

Agreda

"Mi hija, no hay palabras humanas que puedan describir el horror del mal que hay en Lucifer y en sus secuaces; y como sus dardos están dirigidos a la destrucción del hombre. Su gran malicia, su astucia, sus mentiras, sugerencias, sus insinuaciones y tormentos se dirigen a la mente y al corazón humano. El trata de aplastar toda obra buena, de destruirla, de esconderla. Toda la malicia que su mente es capaz de poseer quiere inyectarla en las almas. Contra estos ataques, Dios da su admirable protección, si el hombre tan solo cooperara y correspondiera.

En 1994, antes de la Conferencia en el Cairo, donde se libraba una gran batalla entre la luz y la oscuridad; donde se determinaban temas de gran impacto para el futuro moral y social de la humanidad, su SS Juan Pablo II, pidió a todos los fieles católicos, que rezáramos la oración de San Miguel por la intención de esa conferencia.

Si en tiempo de tentación, tenemos el coraje de reprender al maligno y clamar la asistencia de San Miguel, el príncipe de la milicia celestial, el enemigo por seguro saldría huyendo. Si deseamos tener su protección, debemos imitar sus virtudes, especialmente su humildad y su celo por la gloria de Dios.

 

Apariciones de San Miguel

San Miguel ha aparecido en muchas ocasiones a aquellos que invocaron su ayuda.

He aquí algunas:

-         Fátima

-         Garabandal

-         Gargano, Italia

-         Juana de Arco, Santa.

Un caso muy conocido y autentico es la asistencia que este arcángel dio en la extraordinaria misión que el Señor le había encomendado de ayudar al rey francés a restaurar la paz y prosperidad en su reino y expulsar a los enemigos de sus costas.

-         Monte de San Miguel.

En Francia, también se apareció en el Monte San Miguel, donde hay un famoso santuario consagrado a este Arcángel. Tiene la característica de que 2 veces al  mes, las olas cubren la carretera de acceso y el lugar se convierte temporalmente en isla.

-         Naju, Korea

Donde una estatua de la Virgen ha estado llorando sangre y dando mensajes a Julia Kim, han habido ya siete milagros Eucarísticos. Entre ellos en presencia de Obispos y Cardenales, Julia recibió la Eucaristía de parte de San Miguel Arcángel.

Aparte de las extraordinarias apariciones visibles, el arcángel San Miguel está invisiblemente activo para ayudarnos, ya que el Señor le dio un amor compasivo por los hombres y no hay alma que escape su atención.

-         Roma, Santa María la Mayor

-         Tlaxcala, Méjico

 

Estas son solo unas pocas de las conocidas apariciones de San Miguel. San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.

 

Etapas de la Intercesión

Etapas de la Intercesión

LAS TRES ETAPAS PRINCIPALES

DE LA INTERCESIÓN

 

“Ustedes, en cambio, son descendencia elegida, reino de sacerdotes y nación santa,

pueblo adquirido en posesión para anunciar las grandezas del que los llamo

de la oscuridad a su luz  admirable”

1 Pe 2, 9.

 

 

INTERCESOR es "aquél que esta siempre preparado y dispuesto para la defensa, que ora, pide a favor de otros, estimulando su fe, su amor y su perseverancia".

 

Cuando vemos el papel de Cristo como nuestro Gran Intercesor, encontramos tres etapas importantes en la intercesión:

 

1.   La identificación

2.   El sacrificio de Sí mismo

3.   El poder y la autoridad

 

LA IDENTIFICACIÓN

Is 53, 4-5.

 

La verdadera intercesión, primero que nada requiere una identificación.  Como nuestro intercesor, Cristo se identificó con nosotros, tomando El mismo la forma de carne y sangre.  Él dejó Su gloria en el cielo y Su gloria con el Padre y vino a ser como uno de nosotros de tal forma que Él puede ser un Sumo Sacerdote misericordioso que siente nuestras enfermedades y por lo tanto es apto para interceder a nuestro favor.

En nuestra intercesión, primero debemos desear identificamos con aquellos por los cuales estamos intercediendo.

Debemos identificamos de tal manera que tomemos sus cargas sobre nosotros, que sintamos su dolor y sufrimiento y presentar sus necesidades delante del Padre como si fueran nuestras.

No es suficiente el sólo decir, "Señor salva a los que se han perdido".

 

Como intercesores debemos primero que nada identificarnos con aquellos hermanos que se esta perdiendo a nuestro alrededor, en nuestras comunidades y nuestro país.

La intercesión es la forma de oración más perfecta. No hay ninguna otra forma de orar efectivamente por los perdidos, si no podemos identificarnos con ellos hasta el punto de sus necesidades.

Lo que está pasando en la actualidad, es que nos hemos separado y aislado de nuestros hermanos los perdidos.

Debemos desear identificarnos, con aquellos que han sido abandonados (alcohólicos, drogadictos, prostitutas, pandilleros) hasta el punto de sentir sus enfermedades, su dolor, su sufrimiento y que nuestros corazones sean movidos a tener una verdadera compasión por ellos.  Es entonces cuando seremos capaces de ponernos en la brecha delante de Dios e interceder de una manera efectiva por ellos y mover la poderosa mano de Dios.

 

Este tipo de identificación se manifestó en la vida de Cristo.  Como nuestro Sumo Sacerdote Intercesor, El se puso en nuestro lugar.  El puso nuestra naturaleza sobre Sí mismo.  El aprendió a obedecer a través del sufrimiento.  El fue tentado en todo.  "A quien no cometió pecado, Dios lo hizo por nosotros reo de pecado, para que gracias a el, nosotros nos transformemos en salvación de Dios”. 2 Cor 5, 21. A través de Su intercesión por nosotros, El obtuvo Su posición de poder supremo y autoridad sobre todas las cosas.

Un intercesor es capaz de pedir efectivamente porque El entrega su vida por otros.  La intercesión no substituye el pecado. Sólo hubo un substituto para el pecado... JESUCRISTO.

La verdadera intercesión identifica al intercesor con aquél por el que se intercede, y lo lleva a un lugar predominante con Dios.  En nuestra intercesión por otros, debemos desear estar en el lugar donde ellos están.  Debemos identificamos con sus necesidades y sentir sus enfermedades y así intercederemos de una forma efectiva a su favor.

 

EL SACRIFICIO DE SI MISMO

Jn 15, 13.

 

Cristo, el Gran Intercesor hizo el sacrificio máximo, dando su vida por nosotros.

En nuestra intercesión, debemos poner nuestra propia vida como sacrificio a favor de aquellos por los que estamos orando.  Debemos crucificamos y dejar a un lado nuestros propios deseos y entregarnos en sacrificio a través de la oración y el ayuno a favor de las necesidades de otros.

Jesús dijo: "Yo les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante". Jn 12, 24.

Solamente cuando morimos a nosotros mismos, a nuestros deseos, y nos entregamos en sacrificio a través del ayuno y la oración por los demás, el Espíritu Santo fluirá a través de nosotros para cumplir Su trabajo de intercesión.

Uno de los ministerios principales del Espíritu Santo sobre la Tierra hoy, es la intercesión.  Es el Espíritu Santo quien pone en nuestro corazón la carga por los demás y nos llama a interceder.  Solamente si morimos a nosotros mismos, el Espíritu Santo fluirá con libertad e intercederá a través de nosotros.

Hoy día hay muchos cristianos que piensan erróneamente que no son aptos o que no saben como interceder.  La verdad es que venimos a ser intercesores por causa del Intercesor que vive en nosotros.  Cuánto más morimos, y nos llenamos del Espíritu Santo, más podrá utilizamos e interceder a través de nosotros.

Cuando llegamos al punto de someter completamente nuestras vidas, deseos, planes, pensamientos y permitimos al Espíritu Santo reinar con libertad en nuestras vidas, NO HAY ABSOLUTAMENTE NINGÚN LÍMITE en la intercesión...

"Asimismo el Espíritu viene en ayuda en nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos orar como es debido, y es el mismo Espíritu el que intercede por nosotros con gemidos que no se pueden expresar. Por su parte Dios  que examina los corazones conoce el pensar de ese Espíritu, que intercede por los creyentes, según la voluntad de Dios”. Rom 8, 26-27.

 

Durante la intercesión cuanto más nos llenemos del Espíritu Santo, El orara a través de nosotros.  Cuando empezamos a orar en el Espíritu en lenguas desconocidas, el Espíritu comienza a clamar e interceder con "gemidos que no se pueden expresar".

Cuando oramos en el Espíritu, en lenguas, nos estamos edificando en fe. Jds 20. El Espíritu Santo fluye en nosotros para fortalecemos en el tiempo de necesidad.

Cuando estamos frente a circunstancias que nos abruman en lo natural, cuando empezamos a orar en el Espíritu Santo, en lenguas, El intercede por nosotros.

 

EL PODER Y LA AUTORIDAD

Jn 14, 12-14.

 

A través de la intercesión de Cristo, Su identificación, Su obediencia y Su completa sumisión a la voluntad de Dios, Su propio sacrificio, Su muerte en la cruz, El obtuvo Su posición de supremo poder y autoridad sobre todas las cosas.

Cuando morimos a nosotros mismos y permitimos que el Espíritu Santo tenga control absoluto para orar a través de nosotros con gemidos indecibles, entraremos en el terreno de poder y autoridad que nos pertenece en el Nombre de Jesús.  Hemos ganado esta posición de poder espiritual a través de la intercesión en donde seremos capaces de proclamar palabras de liberación.  Estamos investidos con la autoridad del Espíritu Santo; y es desde esta posición que se harán esas "mayores cosas en el nombre de Jesús" de las cuales el Señor habló.  Esta es la verdadera intercesión.

La oración es el arma con la que el hombre entra en la mente de Dios, hace valer el poder real de una voluntad renovada; hace descender a la tierra aquello que sin la oración no se hubiera dado. Esta es la prueba más grande que fuimos creados a imagen y semejanza de DIOS.

La batalla fue ganada primeramente a través de la intercesión, antes de ver la gran victoria, muchos hermanos aceptamos a Cristo y su Poder sanador que transformo nuestras vidas.

Esta posición de poder y autoridad no es algo que podemos obtener por nuestra propia fuerza.  Es una posición de intercesión en la que el Espíritu Santo nos da a medida que El nos llena.  El Intercesor que vive en nosotros completará Su trabajo de intercesión en la Tierra a través de nosotros mientras presentemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo.

En esta nueva dimensión de poder y autoridad a través de la intercesión seremos capaces de venir delante de Dios a favor de nuestras necesidades, de nuestras familias, de aquellos que amamos, de nuestras comunidades y tomar todo lo que Dios ha prometido en su Nueva ALIANZA con nosotros.

¡HERMANO (A) TIENES UN LLAMADO SANTO Y SAGRADO!

El papel de intercesor es un llamado santo.  Así como Jesús intercedió por el mundo a través de Su vida y muerte y nos reconcilió con Dios, tú y yo, hemos sido llamados a interceder y a reconciliar al hombre con Dios.

Por Su Espíritu tenemos un real sacerdocio.

El Apóstol Pedro dijo: "Ustedes, en cambio, son descendencia elegida, reino de sacerdotes y nación santa, pueblo adquirido en posesión para anunciar las grandezas del que los llamó de la oscuridad a su luz admirable”. .

 

CRISTO interviene, salva, sana, libera y rompe todo yugo de esclavitud de nuestras vidas; como lo hizo con muchos que lo siguieron y lo aceptaron. Dios quiere que tú y yo seamos  intercesores, no sólo a través de la oración sino a través de nuestra propia vida, a través de nuestras acciones, así como de nuestras palabras.

 

Cuando tú hermano (a) intercedas recuerda estas tres etapas vitales:

-    IDENTIFICACIÓN

-     SACRIFICIO DE Sí MISMO

-     PODER Y AUTORIDAD

 

El tipo de intercesión al cual Dios nos está llamando, implica mirarle cara a cara, orando, clamando, llorando y gimiendo en el Espíritu.  Implica consagrarnos y apartarnos para ayunar y orar esperando delante de El y no dejándolo ir hasta que la obra se haya cumplido.  Requiere que nosotros nos pongamos en la brecha a favor de otros.

Dios quiere usarnos a todos nosotros en este tiempo final para cumplir Su voluntad.  Cuando nos unamos en esta nueva y poderosa: ALIANZA de oración, de la mano con MARIA. 1 Pe 8-12 veremos las respuestas a la oración como nunca.

Con tus propios ojos lo veras, y si tú callas las piedras hablaran”.

La de fe en la Palabra de Dios no se puede ejercitar ni perfeccionar tanto en ninguna manera como en la intercesión que pide, espera y busca una respuesta.

Hemos sido llamados a recibir la plenitud del Espíritu de Dios, y por medio de este llamado nos dará las fuerzas para todo nuestro trabajo y hacer descender su poder para impartir bendiciones espirituales a otros. Zac 8, 9.

                                                                                                                                 

                                                                                                                                                                                                              Feceva