JESUS Y SU AMOR DESBORDANTE POR LOS HOMBRES

San Alfonso María de Ligorio

Jesús , tu que amas mucho a los hombres, porque les diste todo lo que podías darles en ese Sacramento para que te amen.

¡Amado Jesús!, danos un amor grande, un amor fuerte para amarte, pues no hay razón para amar con tibieza a un Dios que nos ama con tanto ardor. 
Atráenos a Ti con los dulces atractivos de tu amor. 
¡Majestad y Bondad infinita! Tú amas tanto a los hombres, Tú has obrado tantas finezas para ser amado de los hombres y, con todo, son muy pocos los que te aman.
Yo formo parte del número de los ingratos, pero, de ahora en adelante no quiero serlo; estoy decidido a amarte cuanto pueda y a no amar otra cosa sino más que a Ti.
Tú así lo mereces, Tú así lo mandas y yo quiero contentarte.
Haz que yo te agrade, así lo espero y te lo pido, por los merecimientos de tu sagrada Pasión.
Dale los bienes de la tierra aquellos que lo desean; yo solo deseo y busco el tesoro inestimable de tu amor.

Te amo, Jesús mío. Te amo, bondad infinita. Tú eres toda mi riqueza, toda mi alegría, todo mi amor.

« María Santísima* siempre al lado de u. ¡Reina del mundo!, nosotros tendremos que comparecer delante de Jesús después de haber cometido tantos pecados. ¿Quién lo aplacará? Nadie hay que lo pueda hacer mejor que Tú, ¡amada Madre!, que tanto nos amas y que eres tan amada por Él. 
Abre los oídos de tu corazón a nuestros suspiros y a nuestros ruegos. Nos acogemos a tu protección poderosa. 
Aplaca la indignación de tu Hijo y restitúyenos su gracia. Tú no aborreces al pecador, por grande que sea, no lo desprecias si acude a Ti y pide, arrepentido, tu intercesión. 
Tú, con tus piadosas manos, lo libras de la desesperación. Tú lo confortas y animas a esperar. No lo desampares, madre, hasta que se haya reconciliado con su Juez.
_*Madre Santísima enséñame a dirigirme a Jesús con tus mismas palabras y a amarle con tu mismo corazón*