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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

Conociendo a MARIA

El Santo Rosario nos acerca a Dios* 

Los misterios gozosos._

 Se meditan los sábados y los lunes
Al meditar estos misterios nos adentramos en los motivos de la alegría cristiana. María nos ayuda a aprender ese secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es ante todo evangelio, 'buena noticia', que tiene su centro en la persona de Cristo, el Verbo hecho carne, único Salvador del mundo.


*Primer Misterio:

La Encarnación.* _El fruto del misterio: La obediencia._
El momento del saludo del Arcángel Gabriel a la Virgen de Nazaret «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28)  marca el inicio del regocijo y este continúa cuando María con su “fiat”, da su sí incondicional acogiendo alegre y decidida su misión: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». (Lc 1, 38)


*Segundo Misterio:

La Visitación.* _El fruto del misterio: Amor al prójimo._
La alegría se percibe en la escena del encuentro de Nuestra Señora con Isabel, donde la voz misma de María y la presencia de Cristo en su seno hacen «saltar de alegría» (cf. Lc 1, 44)


*Tercer misterio:

Nacimiento del Hijo de Dios.* _El fruto del misterio: Desprendimiento._
Llena de gozo es la escena de Belén, donde el nacimiento del divino Niño, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores como «una gran alegría» (cf. Lc 2, 10)


*Cuarto Misterio:

La presentación del Niño en el templo.* _El fruto del misterio: Pureza de intención._
La presentación en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagración y extasía al viejo Simeón, contiene también la profecía de que una espada traspasará el alma de la Madre (cf. Lc 2, 34-35). 


*Quinto misterio:

el Niño Jesús perdido y hallado en el templo.* _El fruto del misterio: Sabiduría en cosas De Dios._
Jesús de 12 años aparece con su sabiduría divina en el templo, escuchando, preguntando y ejerciendo sustancialmente el papel de quien 'enseña'.
*“Aférrate al Rosario como las hojas de la hiedra se aferran al árbol; porque sin Nuestra Señora no podemos permanecer”.* _Santa Teresa de Calcuta_.


 Fuente de nuestra alegría, ¡ruega por nosotros!

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