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EVANGELIO DEL DIA : Vilma Isabel Melgarejo A.

Vida Espiritual

ORACIÓN

*_Oración de la mañana_*
*_Hoy, Amado Jesús Sacramentado, has sido mi primer pensamiento al despertar, alabado y bendecido seas por siempre._*
*_Me siento agradecido por cada situación que obras en mi vida, en la vida de quienes amo._*
*_Gracias porque jamás nos dejas solos; Tú siempre estás a nuestro lado._*
*_Hoy te pido por quienes, cegados por la tristeza, te perciben lejos cuando Tú estás cerca._*
*_Que puedan abrir las puertas de su corazón para que entres, te quedes y obres en ellos._*
*_Bendito y alabado seas, hoy y siempre, por los siglos de los siglos._*
*_Amén._*

A JESÚS POR MARÍA

*Preparación de la Consagración a María*

*DÍA 30*

San Maximiliano Kolbe_
Tres palabras resumen lo que aprendimos de San Maximiliano Kolbe: 

(1) Misterio,

 (2) Milicia y 

(3) Amor. 

Reflexionemos sobre cada una.

MISTERIO

¿Quién eres, oh Inmaculada Concepción? 

San Maximiliano nos da la clave de este misterio: El Espíritu Santo es la Inmaculada Concepción increada, y María es la Inmaculada Concepción creada. Ella está perfectamente unida al Espíritu Santo porque fue concebida sin pecado, nunca pecó y siempre hace la voluntad de Dios a la perfección. Permite que el Espíritu Santo la cubra totalmente, que tome posesión de su alma, y que dé fruto a través de ella. El Espíritu Santo se deleita en trabajar siempre en y a través de María con el fin de salvar a las demás criaturas hechas a imagen de Dios, primero obrando la Encarnación en su vientre y luego haciendo uso de ella a fin de formar la imagen de su Hijo en todos los bautizados.Kolbe  nos invita a reflexionar con más profundidad sobre la relación entre María y el Espíritu Santo, una relación que va aún más profundo que la del matrimonio.

MILICIA

El nombre “Maximiliano” significa “el máximo”. San Maximiliano Kolbe recibió este nombre porque sus superiores reconocieron sus grandes dones naturales y espirituales. Él lo aceptó porque correspondía a lo más profundo de su corazón: “No quiero dar a Dios sólo una gran gloria, sino la máxima gloria”. Kolbe reconoció que la mejor manera de dar gloria a Dios es unirse a la criatura que más perfectamente glorifica a Dios, María Inmaculada. También reconoció que el modo de rendir la máxima gloria a Dios no es haciéndolo una sola persona, sino de todo un ejército (“Milicia”) de personas. De hecho, quería que este ejército de la Inmaculada (“la Milicia Inmaculada”) inspirara al mundo entero a ofrecer la máxima gloria a Dios, por medio de ella, y lo más pronto posible. Aunque la meta del programa de Kolbe es la conversión de todo el mundo, empieza con uno mismo. Debemos primero ofrecernos por completo a la Inmaculada como su posesión y propiedad suya y permanecer en unión con ella, totalmente dependientes de ella. Luego, debemos inspirar a otros a ofrecerse a ella y a vivir en completa dependencia de ella, a fin de que los utilice como instrumentos consagrados para llevar todo el mundo al Corazón Misericordioso de Jesús. “En la Milicia Inmaculada… la materia son los miembros… todos aquellos que desean rendir a Dios la mayor gloria posible, sin limitaciones, por medio de la Inmaculada”. 

AMOR

Kolbe siguió unido a María por una dependencia de amor. Nos dice que también debemos amar a la Inmaculada. 

¿Cómo? Dependiendo de su poderosa intercesión, sintiendo su atención tierna, hablándole con el corazón, permitiéndole que nos guíe, recurriendo a ella para todo y confiando completamente en ella. Recuerda sus palabras: “Mis queridos, queridos Hermanos, nuestra querida Madrecita, María Inmaculada, puede hacerlo todo por nosotros. Nosotros somos sus hijos. Diríjanse a ella. Ella triunfará en todo”. Cuando experimentamos la atención tierna de María, nos enamoramos más de ella. Más tenemos que hablarle. Tenemos que pedirle. Pero ¿qué pasa si, incluso después de muchas señales de su amor y atención, aún no sentimos amor por la Inmaculada ni su amor por nosotros?

Kolbe explica:

“Pero no se aflijan nunca si no sienten tal amor. Si quieren amar, ésta es ya una señal segura de que están amando; pero se trata sólo de un amor que procede de la voluntad. También el sentimiento exterior es fruto de la gracia, pero no siempre sigue inmediatamente la voluntad. Puede venirles, queridos míos, un pensamiento, casi una triste nostalgia, una súplica, un lamento…: “¿Quién sabe si la Inmaculada me ama todavía?” ¡Hijos amadísimos! Se lo digo a todos juntos y a cada uno en particular en su nombre, anótenlo bien, en su nombre: Ella ama a cada uno de ustedes, los ama mucho y en todo momento sin excepción alguna. Esto… se lo repito en su nombre. ” 

*Oración del día:*

Dedica el día a reflexionar sobre la enseñanza mariana de San Maximiliano Kolbe tal como se resume en estas tres palabras:Misterio, Milicia y Amor.

A JESÚS POR MARÍA

Preparación de la Consagración a María

Dia  29

ÚLTIMOS CINCO DÍASSíntesis y Repaso
Durante cuatro semanas hemos reflexionado sobre la esencia de la consagración mariana . Si bien nuestro programa diarios nos ha ayudado , podemos profundizar aún más. Para hacerlo, necesitamos algo de María, lo que el Papa Juan Pablo llama su “capacidad de recordar y abarcar con una mirada de fe”. Podemos desarrollar esta “capacidadl» contemplando con el corazón (ver Lucas 2:19 ) para ello escogimos tres palabras que resumen la enseñanza de cada semana. Así podremos abrazar la verdad de la consagración mariana “con una mirada de fe”. Después de estos cuatro días de repaso recordaremos lo aprendido, lo que es en sí « la esencia de la consagración mariana»
San Luis de MontfortTres palabras resumen lo que aprendimos sobre San Luis de Montfort: 

(1) Pasión

, (2) Bautismo y

 (3) Regalo.

 Reflexionemos sobre cada una

'PASIÓN 

Luis se consagró a Jesús a través de María. Permitió que María se hiciera cargo de su vida y que hiciera con él según su voluntad. ¿Y qué hizo María con él? Lo inflamó. Convirtió su impuro enojo y temperamento en un resplandeciente fuego santo. Actuó con su esposo, el Espíritu Santo, para llenar a Luis de pasión y celo por Cristo, y él procedió a encender a toda Bretaña con el amor por Jesús, la Sabiduría encarnada — y no solamente a Bretaña. Las inspiradoras enseñanzas de San Luis ardieron a lo largo de los siglos, inflamando a los santos, a los papas e incluso a pobres pecadores con un ardiente amor a Dios. Nos vendría bien a todos una mayor efusión del Espíritu Santo, que aliente las almas y las llene con el santo fuego. ¿Cómo invitamos este fuego? ¿Cómo lo invocamos? Imitando el ejemplo de San Luis acudiendo a María, dependiendo de María y estando con María. Pues, como Luis mismo dice, cuando el Espíritu Santo, el esposo de María, encuentra un alma unida a María, “vuela allí, entra en ella de lleno, se comunica abundantemente con esa alma”. El Espíritu Santo quiere hacer maravillas incluso hoy en día. Quiere gestar nuevos santos, grandes santos. Entonces ¿por qué lo hace raras veces? Según de Montfort, es porque raras veces nos encuentra en una unión suficientemente estrecha con María. 
En esta recta final que lleva al Día de Consagración, avancemos con gran fervor para entregarnos completamente a María y para permitir que el Espíritu Santo venga a nosotros y nos colme de pasión y fuego sagrados.

BAUTISMO

San Luis coloca su devoción a María directamente dentro del misterio de Cristo. El mejor ejemplo de esto es cómo da comienzo a su fórmula de consagración con una renovación de las promesas bautismales; pues el Bautismo tiene todo que ver con Cristo. En el Bautismo, somos transformados en los miembros del Cuerpo de Cristo, somos hechos en “otros Cristos”. El Bautismo también tiene que ver con el Espíritu Santo. Lo digo porque fue el Espíritu Santo quien primero formó a Cristo, y es el Espíritu Santo quien sigue formando a otros Cristos — los miembros del Cuerpo de Cristo — en cada bautismo.  ¿de quién se vale el Espíritu Santo para formar a Cristo? Se vale de María, si bien no tiene ninguna necesidad de ella. Entonces, por ejemplo, se valió de María en la Anunciación, la cual condujo al nacimiento de Jesucristo, nuestro Salvador. Se valió de María justo antes de Pentecostés, que condujo al nacimiento del Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Se vale de María en cada bautismo, que da a luz a “otros Cristos”, los miembros de su Cuerpo. ¡El Espíritu Santo siempre se vale de María para dar a luz a Cristo! Y en cuanto encuentra un alma unida a María, “tanto más deseoso y decidido se muestra a producir a Jesucristo en esa alma, y a esa alma en Jesucristo”. Por esta razón Montfort nos invita a renovar nuestras promesas bautismales dentro del contexto de una entrega a María. Pues es su trabajo, junto con el Espíritu Santo, el llevar la gracia del Bautismo a término. El Bautismo no es el fin; es un comienzo de una vida nueva. Sí, nos transforma, haciéndonos miembros del Cuerpo de Cristo — pero hay más trabajo por hacer ya que no estamos totalmente formados en Cristo. Después del Bautismo, aún tenemos que crecer en Cristo, y es el trabajo de María supervisar y cultivar este crecimiento, con el Espíritu. Por tanto, no hay riesgo de que la devoción monfortiana a María “nos separe de Cristo”. La meta total de María es conducirnos a Cristo y llevarnos hasta el punto en que podamos decir con San Pablo: “ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí” (Gál. 2:20).Todo el objetivo de la verdadera devoción a María es nuestra continua transformación en Cristo

.REGALO

Con que tengamos tan sólo el valor de entregarnos completamente a María, experimentaremos la consagración mariana como un increíble regalo. Es más, cuanto más nos entreguemos a ella, más experimentaremos la grandeza de este regalo. Nosotros damos y ella nos regresa infinitamente más. Le damos nuestras naturalezas pecaminosas, y nos ofrece su Inmaculado Corazón. Le damos nuestros pequeños méritos, y no sólo los aumenta y los purifica con su amor perfecto, sino que nos da sus méritos y gracias infinitamente más grandes. Nos vaciamos después de haberle ofrecido todo y ella nos llena con el Espíritu de Dios. Cuida a nuestros familiares, amigos y seres amados en nuestro nombre — aún mejor de lo que nosotros podemos hacerlo. Anticipa nuestras necesidades y pone en orden cada detalle de nuestra vida para la mayor gloria de Dios. Con ella el camino hacia la santidad es un camino “de rosas y miel” en comparación con emprenderlo sin estar consagrado a ella. Ciertamente, ella incluso convierte nuestras cruces y sufrimientos en algo dulce. Además, nos protege contra la tentación y los ataques del diablo. 
Pertenecer completamente a María es la vía más rápida, fácil y segura hacia Jesús. Si nos diéramos cuenta del gran regalo que es la consagración a Jesús a través de María, casi nunca dejaríamos de sonreír y alabar a Dios por habérnoslo concedido.
Oración del día:

Dedica el día a reflexionar sobre la enseñanza mariana de San Luis de Montfort tal como se resume en estas tres palabras: Pasión, Bautismo y Regalo.

A JESÚS POR MARÍA

Consagración a María

DÍA 28

Entregarse a María (Segunda Parte)

Volvamos a Fátima, pero esta vez acompañemos a San Juan Pablo II. 
Exactamente un año después de recibir disparos en la Plaza de San Pedro, San Juan Pablo fue a Fátima “para agradecer que la misericordia de Dios y la protección de la Madre de Cristo” le hayan salvado la vida. El Papa San Juan Pablo II establece una conexión entre la consagración a María, la Divina Misericordia y la consagración redentora de Cristo. Empecemos con la conexión entre María y la Divina Misericordia. 

Conozcamos algo de la Divina Misericordia:

 (1) Según Juan Pablo, la Divina Misericordia es el límite impuesto por Dios a las fuerzas del mal, el amor de Dios frente a la cara de mal

(2) La Divina Misericordia está simbolizada por el costado traspasado de Cristo y la sangre y el agua que de allí brotaron 

(3) una parte central de la devoción a la  Divina Misericordia es la Coronilla de la Divina Misericordia, la cual ofrece expiación e implora la misericordia por nuestros pecados y por los del mundo entero.

Estos tres aspectos de la Divina Misericordia son  importantes para la consagración mariana. 

Al Papa , le preocupa  “las amenazas casi apocalípticas, que pesan sobre las naciones y sobre la humanidad”.

El Papa confiesa que esta maldad le causa “ansiedad” en el corazón. A pesar de esto, encuentra la esperanza en un amor “más fuerte que el mal” el cual “jamás algún ‘pecado del mundo’ podrá superar”. Identifica este Amor como “Amor misericordioso”. 

¿El Amor misericordioso? ¿Qué tiene que ver con la consagración mariana? Todo. Tiene todo que ver con la consagración mariana, porque es María quien nos lleva a la fuente del Amor misericordioso.

Es María quien nos lleva al amor que es más poderoso que las fuerzas del mal. En realidad, como dice Juan Pablo en sus reflexiones, la consagración al Inmaculado Corazón significa “aproximarnos, mediante la intercesión de la Madre, de la propia Fuente de Vida, nacida en el Gólgota”.

¿Qué es esta Fuente de Vida?

El Papa la identifica como la

“Fuente de Misericordia”. Es el costado traspasado de Cristo de donde manaron la sangre y el agua como fuente de gracia y misericordia. Y es a través de esta herida del Corazón de Cristo que “se realiza continuamente la reparación por los pecados del mundo”. Es más, a través de esta Fuente de Misericordia encontramos que “tal Manantial es sin cesar Fuente de vida nueva y de santidad”. 

El Papa explica que la consagración al Inmaculado Corazón de María significa “volver de nuevo junto a la Cruz del Hijo”.

Significa llevar el mundo con todos sus problemas y sufrimientos al “Corazón traspasado del Salvador, conduciéndolo nuevamente a la propia fuente de Redención”.

¡Significa llevar el mundo, a través de María, a la Divina Misericordia! El poder de la Redención, el poder del Amor misericordioso, “es siempre mayor que el pecado del hombre y que ‘el pecado del mundo’” y “supera infinitamente toda especie de mal, que está en el hombre y en el mundo”. 

María conoce mejor que nadie el poder de la Redención, el poder del Amor misericordioso.Juan Pablo dice que ella “está consciente de eso, como ningún otro corazón en todo el cosmos, visible e invisible”. Por lo tanto, nos llama no sólo a la conversión sino también “a que nos dejemos auxiliar por ella, como Madre, para volvernos nuevamente a la fuente de la Redención”. 

De nuevo, la tarea de María es llevarnos a la Fuente de Misericordia, al costado traspasado de Cristo, a su Corazón Misericordioso. 

Fundamentalmente, consagrarse a María “significa recurrir a su auxilio y ofrecernos a nosotros mismos y ofrecer la humanidad” a  Dios.

Significa entregarnos a la que más estuvo unida a la consagración de Cristo:

“¡Te saludamos a Ti, que estás totalmente unida a la consagración redentora de tu Hijo!”.

Significa entregarnos a las oraciones de María:

“¡Ayúdanos a vivir, con toda la verdad de la consagración a Cristo a favor de toda la familia humana, en el mundo contemporáneo!”.

 En otras palabras, consagrarnos a María, significa contar con su intercesión maternal que nos ayuda a ofrecernos más completamente a Cristo en su propia consagración por nuestra redención. 

Después de ponerse a sí mismo y al mundo en las manos y en el corazón de María, después de entregarse a la que está totalmente unida a la consagración de Jesús, el Papa reza la parte central de su acto de consagración.“Tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna” (Jn. 3, 16). Precisamente este amor hizo que el Hijo de Dios se consagrara a Sí mismo: “Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad” (Jn. 17, 19).

 En virtud de esta consagración, todos estamos llamados a entregar al mundo, para su salvación .

«Ante Ti, Madre de Cristo, delante de tu Corazón Inmaculado, yo deseo en este día, juntamente con toda la Iglesia, unirme con nuestro Redentor en esta su consagración por el mundo y por los hombres la única que en su Corazón divino tiene el poder de conseguir el perdón y procurar la reparación. ” 

Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.Condúceme, en María, con María y por María, a la Fuente del Amor y la Misericordia.

A JESÚS POR MARÍA

*Consagración a María*

*DÍA 27

*Entregarse a María (Primera Parte)

Después de tratar el Retiro de María y pbservar como Jesús la fue preparando para su nueva mision de su mediación maternal.
 Esta mediación maternal es la llave que nos abre la puerta para realizar  nuestra   consagración mariana. Y ahora que la tenemos, estamos listos para aprender exactamente lo que Juan Pablo entiende por consagración  “entregarse” a María. Para empezar, necesitamos volver al pie de la Cruz. 
“Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Con estas palabras, Jesús confía toda la humanidad al cuidado materno de María. Hace de ella la madre espiritual de todos. María aceptó plenamente este don con “ardiente caridad”. 
Luego, Jesús le dice a Juan, el discípulo amado, quien nos representa a todos: “Ahí tienes a tu madre”. Jesús ahora nos ofrece un regalo, el gran regalo de su madre como nuestra madre espiritual. ¿Aceptamos este regalo? Sí. Por eso nos esforzamos en hacer esta Consagración al Corazón Inmacula de María « Nuestra Madte«.  Pero ¿cómo lo hacemos? Esta es la pregunta crucial. 
Según el Papa San Juan Pablo II, el siguiente texto del Evangelio nos indica cómo debemos aceptar a María como nuestra madre espiritual: “Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa” (Jn.19:27). El Papa describe esta acción con una palabra: “entregarse”. Vemos un ejemplo de ello en la persona de Juan, quien se entregó a María, la misma que fue entregada a Juan por Cristo: “Ahí tienes a tu madre”.

La entrega de él mismo a María es su respuesta al mandato de Jesús desde la Cruz, pero no sólo eso. También es una respuesta a la “ardiente caridad” por nosotros: “La entrega es la respuesta al amor de la madre”.

Juan Pablo procede a describir la naturaleza de esta entrega de uno mismo a María:
“Entregándose filialmente a María, como el apóstol Juan, “acoge entre sus cosas propias” a la Madre de Cristo y la introduce en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su “yo” humano y cristiano: “La acogió en su casa”. Así uno entra  en el radio de acción de aquella “caridad materna”, con la que la Madre del Redentor “cuida de los hermanos de su Hijo”, “a cuya generación y educación coopera” según  la medida del don,  es decir según la entrega particular de cada uno al Corazón de la Madre por obra y acción del Espiritu Santo.que nos motiva hacerlo.

Así se manifiesta también aquella maternidad según el espíritu, que ha llegado a ser la función de María a los pies de la Cruz y en el cenáculo”. 
Esta entrega de uno mismo a María, la cual el Papa describe  con la frase, “La acogió en su casa”, debe entenderse como el acto de seguir el ejemplo mismo de Cristo — primero se entregó a María en la Anunciación y luego, a lo largo de su vida oculta — y también debe entenderse como su voluntad para sus discípulos. Después de todo, Él mismo inicia tal entrega: “Ahí tienes a tu madre”. Pero ¿por qué hace esto Cristo? ¿Será que quiere distanciarse de nosotros? No. Nos acerca a sí encomendándonos a aquella que es la más cercana a Él, la misma que lo dirige todo a Él: “Hagan lo que él les diga”. 
María quiere actuar sobre todos los que se encomiendan a sí mismos a ella como hijos. Dice el Papa: “Y es sabido que cuanto más estos hijos perseveran en esta actitud y avanzan en la misma, tanto más María les acerca a la riqueza de Cristo’”. De nuevo, esto se debe tanto a la cercanía única que hay entre María y Cristo como al papel especial de María de llevar a otros a la intimidad que comparte con Él. 


 El propósito que nos lleva a entregarnos a María: que ella nos acerque aún más a Cristo a través de sus poderosas oraciones y de su amor maternal.


*Oración del día:

*Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.Prepárame para entregarme por completo a María, de modo que ella pueda acercarme más a Cristo.

A JESÚS POR MARÍA

Consagración a María

DÍA 26

Retiro de María (Tercer Día)

En la fiesta de las bodas de Caná, vimos un ejemplo gde la mediación maternal de María. Después de este evento, María reflexionó profundamente y descubrió mucho sobre su mediación maternal. Pero Caná no fue la parte más importante de su preparación. El “momento cumbre” de su preparación y  plena realización llegó en el Calvario. 
En el Calvario, María sufre con Cristo. A través de la fe “está unida perfectamente a Cristo en su despojamiento”. A través de la fe ella comparte en todo el “desconcertante misterio” del don de sí mismo por amor a nosotros. A través de la fe “la Madre participa en la muerte del Hijo, en su muerte redentora”. Antes de Su muerte, Jesús tiene una lección más para su discípula perfecta que lo ha seguido a la Cruz y ha aceptado sufrir con Él. Viéndola al pie de la Cruz junto al discípulo amado, Juan, le dice: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dice a Juan: “Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19:26-27). Con estas palabras, María “es entregada al hombre,  a cada uno y a todos — como madre”. 
Según San Juan Pablo, esta “nueva maternidad de María” es el “fruto del ‘nuevo’ amor , que maduró en ella definitivamente junto a la Cruz, por medio de su participación en el amor redentor del Hijo”. Este “nuevo amor”, dice Juan Pablo, realmente provoca una “transformación” de la maternidad de María de modo que ella arda aún más en amor por todos aquellos por quienes Jesús sufrió y murió. 
Esta idea de que María, al pie de la Cruz, recibió un nuevo amor ardiente por almas puede recordarnos la profundidad con que Madre Teresa comprendió a María. Recuerda que, para Teresa, María es la que tomó más seriamente que nadie las palabras de Jesús “Tengo sed” y ayuda a los demás a tomarlas muy seriamente también. De todas maneras, Juan Pablo reflexiona más sobre la transformación amorosa de María:
“Hasta los pies de la Cruz se ha realizado… su cooperación materna en toda la misión del Salvador mediante sus acciones y sufrimientos. A través de esta colaboración en la obra del Hijo Redentor, la maternidad misma de María conocía una transformación singular, colmándose cada vez más de “ardiente caridad” hacia todos aquellos a quienes estaba dirigida la misión de Cristo. Por medio de esta “ardiente caridad”, orientada a realizar en unión con Cristo la restauración de la “vida sobrenatural de las almas”, María entraba de manera muy personal en la única mediación “entre Dios y los hombres”, que es la mediación del hombre Cristo Jesús”. 
En el Calvario, la preparación de María concluye. Ha recibido los dones completos de su maternidad espiritual y mediación universales, que constituyen una cooperación única en la obra redentora de Cristo y una participación en su mediación. 
Después de la muerte de Jesús en la Cruz, no escuchamos sobre María ejerciendo su nueva maternidad hasta el día antes de Pentecostés, cuando los apóstoles, “juntos en la oración en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús y de sus hermanos” (He. 1:14), se dedican a la oración en el Cenáculo. Juan Pablo comenta: “Vemos a María implorando con sus ruegos el don del Espíritu Santo, quien ya la había cubierto con su sombra en la anunciación”. Procede a señalar que María es la “presencia discreta, pero esencial” que indica el camino del “nacer del Espíritu Santo” primero en la Anunciación y ahora en el nacimiento de la Iglesia. 
La nueva maternidad espiritual de María está profundamente relacionada con la Iglesia, pues “con materno amor coopera a la generación y educación” de los hijos e hijas de la madre Iglesia”. Este nacimiento y desarrollo tienen su fuente en la vida sacramental de la Iglesia, donde la mediación maternal de María está particularmente presente. Por ejemplo, María  intercede y actúa con su Esposo, el Espíritu Santo, cuando el Espíritu nos transforma en miembros del cuerpo de Cristo en el Bautismo. Es más, está presente de manera similar y participa activamente con su Esposo en la Misa; pues es en el sacrificio de la Misa “en el cual Cristo, su verdadero cuerpo nacido de María Virgen, se hace presente”. Debido a la centralidad de la Eucaristía en la fe y en la vida cristiana,

María siempre se esfuerza por conducir a los fieles hacia ella.
Con esta reflexión  concluye los tres días del “retiro de la maternidad espiritual de María”, debemos tener en cuenta algo importante: la nueva maternidad de María no se trata de una cosa vaga o abstracta. Es concreta y personal. Y aunque es universal, también es  particular. María es tu madre. Es mi madre. En este sentido,

Juan Pablo cree que es significativo que la nueva maternidad de María en el Calvario se exprese en el singular, “Ahí tienes a tu hijo” y no “Ahí tienes a miles de millones de hijos espirituales”. El Papa llega al corazón del asunto cuando dice: “Aun cuando una misma mujer sea madre de muchos hijos, su relación personal con cada uno de ellos caracteriza la maternidad en su misma esencia”. En pocas palabras: María es única, particular y personalmente tu madre y mi madre, y no nos pierde entre la multitud.


Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.Gracias por el don de mi amorosa Madre, María.

A JESÚS POR MARÍA

*Preparación de la Consagración a María*

*DÍA 25

*Retiro de María (Segundo Día)

Contemplamos la forma en que Jesús preparó a María para entender y abrazar enteramente su nuevo papel materno en el Reino de Dios. 

Hoy vemos este retiro de María en las bodas de Caná, donde la mediación maternal de María es evidente. (Jn. 2:1-12).

 La madre de Jesús está presente en la fiesta de bodas y Jesús y sus discípulos también están invitados . Les falta vino. María se da cuenta y le avisa a su Hijo: “No tienen vino”. Jesús parece reprenderla: “¿Qué quieres de mí, Mujer? Aún no ha llegado mi hora”. Sin embargo, María dice a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga”. Los sirvientes siguen las órdenes de Jesús y llenan los recipientes de piedra con agua. Luego el agua se convierte en vino y los discípulos creen. 


Meditemos  el comentario de Juan Pablo sobre esta escena.

Sus palabras llegan al corazón del papel de María en nuestras vidas y explican por qué debemos intentar consagrarnos a ella:

“En Caná con bastante claridad se ve el nuevo sentido de la maternidad de María. … Es una maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne, o sea la solicitud de María para los hombres, el ir a su encuentro en todo tipo denecesidades.

En Caná de Galilea se muestra sólo un aspecto concreto de la indigencia humana, aparentemente  de poca importancia “No tienen vino”. Pero esto tiene un valor simbólico. Al ir al encuentro de las necesidades del hombre significa, al mismo tiempo, su introducción en su misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo.

Por consiguiente, se da una mediación:

María se pone entre su Hijo y los hombres en la realidad de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. Se pone “en medio”, o sea hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre, consciente de que como, tal  “tiene derecho de” — hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres. Su mediación, por lo tanto, tiene un carácter de intercesión: María “intercede” por los hombres. No sólo: como Madre desea también que se manifieste el poder mesiánico del Hijo, es decir su poder salvífico encaminado a socorrer la desventura humana, a liberar al hombre del mal que bajo diversas formas y medidas pesa sobre su vida. 

… Otro elemento  de esta función materna de María se encuentra en las palabras dirigidas a los criados: “Haced lo que Él os diga”. La Madre de Cristo se presenta ante los hombres como portavoz de la voluntad del Hijo, indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse, para que pueda manifestarse el poder salvífico del Mesías.

En Caná, gracias a la intercesión de María y a la obediencia de los criados, Jesús da comienzo a “su hora”.

En Caná María aparece como la que cree en Jesús; su fe provoca la primera “señal” y contribuye a suscitar la fe de los discípulos. 
El acontecimiento en Caná de Galilea nos ofrece como una predicción de la mediación de María, orientada plenamente hacia Cristo y encaminada a la revelación de su poder salvífico”. 
Destacaremos algunos puntos importantes de este pasaje para que reflexionemos. 

(1) No por necesidad sino por elección de Dios, “la esclava del Señor”, que hace perfectamente la voluntad del Padre, tiene el “derecho” como madre y mediadora de señalarle a su Hijo las necesidades de los hombres. ¿No deberíamos recurrir con nuestras necesidades e intenciones a una Madre de Misericordia tan poderosa? 

(2) María necesita servidores que obedecerán sus palabras: “Hagan lo que Él les diga”. ¿Estamos preparados para ser sus servidores para que Jesús pueda iniciar su “hora” en nuestro día?

 (3) Las palabras “Hagan lo que él les diga” aclaran que el papel de María está orientado “plenamente hacia Cristo” y tiende a la revelación de su poder salvífico.

Por lo tanto, la mediación de María está en unión con la única mediación de Jesucristo, nuestro Salvador, y subordinada a ella.
*Oración del día:

*Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.Recuérdame que  te pida la intercesión poderosa de María en momentos de necesidad.

A JESÚS POR MARÍA

Preparación de la Consagración a María

DÍA 24

Retiro de María (Primer Día) 

Hemos contemplado con el corazón ciertas verdades de nuestra fe que están relacionadas con la consagración mariana. Estamos en una “peregrinación de fe” que nos conduce al Día de Consagración.

También María, durante su vida terrenal, estuvo en una peregrinación de fe. También reflexionó en su corazón diferentes verdades que están relacionadas con la consagración mariana.María, no descubrió de golpe su vocación de ser madre espiritual y mediadora. Como nosotros, María necesitó caminar por fe mientras reflexionaba en su corazón. Ella también necesitó un tiempo de preparación respecto a su papel especial como nuestra “madre en el orden de la gracia”.  La mediación maternal de María es  fundamental para comprender nuestra consagración.Vamos a acompañar a María a lo largo del camino que Dios le señaló para descubrir poco a poco su vocación de ser nuestra madre espiritual y mediadora.

 El retiro de María comienza en la Anunciación. Mediante su “sí” a Dios, su “fiat”, aceptó su vocación de ser la madre de Jesús. Pero ¿sabía también que aceptaba la llamada de ser la madre espiritual de todos los cristianos? No lo sé. Lo que sé es que todo el misterio de la Anunciación dio a María algo asombroso para contemplar, y sucede que ese algo está profundamente relacionado con la consagración y entrega a María. Lo pongo de este modo: ¿Quién fue la primera persona que se entregó a María? No fue San Luis de Montfort. Fue Dios Padre. Juan Pablo explica: “Conviene reconocer que, antes que nadie, Dios mismo, el Padre Eterno, se entregó a la Virgen de Nazaret , dándole su propio Hijo en el misterio de la Encarnación”.

María seguramente se maravilló de este acto de humildad de parte de Dios. Al maravillarse de ello y contemplarlo, ¿pudo haber empezado a tener una idea de que Dios desearía más tarde, que las personas a quienes vino a redimir siguieran su ejemplo? 
María tuvo muchas otras cosas que contemplar durante su preparación para ser aún más totalmente nuestra madre en el orden de la gracia.

Los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) ofrecen varios puntos de reflexión que hablan de la maternidad espiritual de María. Mira, por ejemplo, el pasaje del Evangelio de Marcos (3:31-35), en donde los primos de María y Jesús están afuera, queriendo ver a Jesús, y por tanto mandan a buscarlo y lo llaman. Jesús responde con una pregunta: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?”. Luego, mirando a los que están sentados a su alrededor, dice: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre”. 
Al dar esta respuesta, ¿se mostró Jesús como un mal hijo? No. Fue exactamente la clase de hijo que Su Padre quería que fuera. Al mismo tiempo, preparó a Su madre para ser la persona que Él quería que fuera. Específicamente, le reveló el nuevo vínculo filial del reino que va más allá de los lazos carnales. En otras palabras, señaló la primacía del espíritu sobre la carne, la primacía de la paternidad sobrenatural de Dios sobre la paternidad (o maternidad) de la humanidad. Es probable que María captara de inmediato algo de lo que Jesús intentaba enseñarle. Después de todo, por años había meditado en su corazón otra extraña respuesta de Jesús, la que dio cuando lo encontró en el Templo después de tres días de buscarlo con angustia: “¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?” (Lc. 2:49). 
Durante su ministerio público, Jesús estaba ciertamente muy interesado en los asuntos de su Padre.

Ahora bien, un aspecto clave de estos asuntos era preparar a su madre para su nuevo papel en el Reino de Dios. Jesús sabía que “en la dimensión del reino de Dios, en la esfera de la paternidad de Dios mismo”, la maternidad de María “adquiere un significado diverso”. En las palabras de Marcos que leímos antes, Jesús indica este significado: “todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre”. Podemos estar seguros que María meditó esto en su corazón y que se dio cuenta que a través de estas palabras Jesús no la rechazaba, sino que la preparaba, y que reconocía que Ella siempre hizo la vuntad  de Dios padre.
¿Podemos estar seguros de que Jesús no rechazaba a María? Sí, podemos. Aun si las palabras de Jesús suenan como si estuviera rechazándola, no es así. Al contrario, si consideramos un pasaje similar del Evangelio de Lucas (11:27-28), queda claro que Jesús bendice a su madre. En este otro pasaje, “una mujer levantó la voz de entre la multitud” y dijo a Jesús, “¡Feliz la que te dio a luz y te crió!”. Jesús responde de manera similar a lo que leímos en Marcos: “¡Felices, pues, los que escuchan la palabra de Dios y la observan!”. Al leerlo por primera vez puede parecer una reprimenda a María. Pero no lo es. Después de todo, ¿quién escuchó y observó la palabra de Dios mejor que María? Nadie. Por tanto, Jesús realmente bendice a su madre y ella se daría cuenta de ello. 
María es una mujer increíblemente perceptiva y prestaba especial atención a cada palabra y acción de Jesús. No se le escapaban las sutilezas de sus enseñanzas, y progresivamente llegó a estar consciente del misterio en gestación de su propia maternidad excepcional:
“A medida que se esclarecía ante sus ojos y ante su espíritu la misión del Hijo, ella misma como Madre se abría cada vez más a aquella “novedad” de la maternidad, que debía constituir su “papel” junto al Hijo. ¿No había dicho desde el comienzo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”? (Lc. 1:38). Por medio de la fe María seguía oyendo y meditando aquella palabra… . María madre se convertía así, en cierto sentido, en la primera “discípula” de su Hijo , la primera a la cual parecía decir: “Sígueme”... 
Qué alegría debía ser para Jesús tener a una discípula que lo entendía perfectamente. ¡Qué consuelo para su Corazón encontrar tal receptividad a la Palabra de Dios! 
Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.Ayúdame a ser fiel a la oración contemplativa de corazón, así como María.

A JESÚS POR MARÍA

Preparación de la Consagración a María

DÍA 23

Mediación maternal.

Las enseñanzas de Juan Pablo II,  sobre la Madre de Dios están profundamente arraigadas en la Mariología. 

Uno puede encontrar las principales enseñanzas marianas del Concilio Vaticano II  . El corazón de estas enseñanzas tiene que ver con lo que usualmente se denomina “mediación maternal” de María.

La mediación maternal significa básicamente que María es nuestra madre espiritual (de ahí lo “maternal”) quien nos asiste desde el cielo con sus oraciones y cuidado maternal para llevarnos a Dios (de ahí la “mediación”). 

Un mediador es alguien que se interpone entre dos personas con el fin de unirlas. Así, Jesucristo es mediador. Él es quien, después de la caída del hombre, se interpone entre Dios y la humanidad perdida para admitirnos de nuevo a la comunión con Dios. Y sólo hay uno, como San Pablo aclara: “Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús” (1 Tim. 2:5). 

Si hay un solo mediador entre Dios y el hombre y si ese único mediador es Jesucristo, ¿por qué define el Concilio Vaticano II a María como mediadora?

Porque Dios es generoso. En otras palabras, Jesús no retiene para Él solo la función de mediador. Quiere que María — y no sólo María sino todos los cristianos — participen en su única mediación, aunque de forma subordinada. Por ejemplo, cada uno de nosotros participa en la única mediación de Cristo cuando rezamos unos por otros “en Cristo”. 

Dios quiere que todos participemos en su obra de salvación. 

María tiene un papel excepcionalmente importante en esta obra, su “mediación   maternal”. 

Entre las criaturas, el papel de María en la continua obra de salvación es importantísimo. Ya que para Dios es un “divino beneplácito” porque María es su Hija predilecta, sin mancha alguna.

La cooperación de María en obra salvifica, tanto cuando estuvo en la tierra como ahora que está en el cielo:“La Santísima Virgen fue en la tierra la Madre excelsa del divino Redentor, compañera singularmente generosa entre todas las demás criaturas y humilde esclava del Señor. Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra madre en el orden de la gracia. 

Esta maternidad de María en el orden de gracia perdura sin cesar desde el momento que dijo si, y dio su fiel concentimiento en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna.

Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, ha de entenderse de que es mediadora ante su hijo muy amado Jesúscomo lo muestra en las Bodas de Cana..y  Cristo, es el único Mediador” ante el.Padre Celestial.

 Así, mientras estuvo en la tierra, María cooperó con el plan divino de salvación de manera “singularmente generosa entre todas las demás criaturas”, particularmente al dar a luz y cuidar a Jesús. Ahora en el cielo, María todavía coopera de manera especial en el plan salvador de Dios. A través de su “múltiple intercesión” y “amor materno”, nos trae la gracia, la misericordia y “los dones de la salvación eterna”. 

Gran regalo de Dios: María es nuestra madre espiritual cuya tarea divina es criarnos con amor, regalos y gracias que nos llegan a través de sus tiernas oraciones.

Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.Llena mi corazón de alabanzas a Dios por haberme dado a María como Madre espiritual.

A JESÚS POR MARÍA

Preparación para la Consagración a María

Día 22

CUARTA SEMANA

San Juan Pablo II

 “El Papa más mariano”.

 “confiada entrega”  El papel de María es conducirnos al interior del misterio del amor redentor de Cristo y a la consagración de uno mismo al Padre.

El don de misericordia de María.

En 1917, mientras la Primera Guerra Mundial seguía su curso, la Bienaventurada Virgen María se apareció a tres niños pastores en Fátima, Portugal. María pidió que el Santo Padre consagrara a Rusia a su Inmaculado Corazón y que la gente comulgara cinco sábados seguidos como reparación. Al final, dijo, triunfaría su Inmaculado Corazón. 
Es interesante que María mencionara a Rusia. Porque sabía que poco después se  establecería el régimen comunista y totalitario y ateo. 

Después de que María hizo su profecía sobre Rusia, los niños tuvieron una visión de un “obispo vestido de blanco”, que pensaron era el Papa. Con gran aflicción vieron que él sufriría mucho y luego lo matarían a tiros. Los niños describieron lo que habían visto sólo a las autoridades de la Iglesia, quienes decidieron no revelarlo al público. Esto llegó a conocerse como el último “secreto” de Fátima. 

Ahora bien, la primera aparición de Nuestra Señora de Fátima ocurrió el 13 de mayo de 1917 a las cinco de la tarde. Exactamente 64 años después, el día 13 de mayo de 1981,  un hombre armado disparó dos tiros al Papa a corta distancia. La primera bala le rozó el codo. La segunda le dio en el abdomen y rebotó desgarrando los intestinos y atravesando el colon. Milagrosamente la bala no alcanzó la principal arteria abdominal por una décima de pulgada. Si hubiera sido golpeada o apenas rozada, Juan Pablo habría muerto desangrado camino al hospital. Dándose cuenta de esta bendición, el Papa dijo que “una mano disparó y otra condujo la bala”. 
¿Cuál mano guió la bala?

Juan Pablo cree que fue la mano de Nuestra Señora de Fátima (no olvidó el aniversario del 13 de mayo).

De hecho, después del incidente pidió el sobre que contenía el último secreto de Fátima, aquel que hablaba del “obispo vestido de blanco”.

Luego, con Fátima ocupando su mente, pensó consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María lo más pronto posible y se puso a componer un acto de consagración, el cual rezó solemnemente pocas semanas después. Incluso antes de esto, una semana después del atentado, repitió su consagración personal a María durante un discurso grabado para los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro: “A ti, María, te repito: Totus tuus ego sum”, ‘Soy todo tuyo’; “Et omnia mea tua sunt”, “Y todas mis cosas te pertenecen”; “Accipio Te in mea omnia”, “Te pongo al centro de mi vida”;  “Praebe mihi cor tuum”, “Dame tu corazón”.

El 25 de marzo de 1984, en la Plaza de San Pedro, ante la estatua oficial de Nuestra Señora de Fátima Juan Pablo hizo un acto más solemne de entrega del mundo al Inmaculado Corazón de María.

Concluyó la oración con las siguientes palabras:“Permite que sea revelado, una vez más en la historia del mundo, el infinito poder salvador de la Redención: ¡El poder del Amor misericordioso! ¡Que ponga un alto a la maldad! ¡Que transforme las conciencias! ¡Que tu Inmaculado Corazón revele para todos la luz de la Esperanza!”
Después de enterarse del solemne acto de entrega del Papa, Sor Lucía, la única sobreviviente de los tres videntes de Fátima, declaró que aquello había satisfecho totalmente el pedido original de Nuestra Señora. Cinco años más tarde, el horroroso régimen totalitario soviético que había aterrorizado a millones de personas de repente llegó a su fin. 

El Papa no descansó con esa victoria. El que una vez había llamado “siglo de lágrimas” estaba lejos de haber concluido. Para hacer frente al mal y la injusticia presentes en el mundo, proclamó enérgicamente con creciente frecuencia, el poder salvador del “Amor misericordioso”.

Sus esfuerzos para promover este mensaje culminaron con el establecimiento, el año 2000, del Domingo de la Divina Misericordia como fiesta universal en la Iglesia, y también con un solemne Acto de Consagración del mundo a la Divina Misericordia en 2002.

Tres años después de esta consagración, el gran Papa mariano, el gran Papa de la Misericordia, murió en un Primer Sábado, víspera del Domingo de la Divina Misericordia. María le había salvado la vida en el amanecer de su pontificado para que, a través de él, su divino Hijo condujera a la Iglesia hacia la victoria de la Misericordia y el triunfo de su Inmaculado Corazón.

Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María.¡Ten misericordia de nosotros y del mundo entero!

ORACIÓN

ORACIÓN REFLEXIVA.

Señor mío, gracias por haber entrado a mi vida cuando me sentía perdido, triste y sin esperanzas. Con tu amor me diste consuelo y fuerzas para levantarme con alegría y ver mi futuro con una mirada renovada.
No permitas Señor, que las cosas pasajeras del mundo, me distraigan de todo lo buen oque me ofreces, tu misericordia, tu perdón, tu alegría eterna, tu banquete celestial que espera por todos los que te aman.
Quiero preparar mi corazón con cosas grandes, cosas agradables a Ti, cosas que lo hayan llenado de bondad y de acciones amorosas en vez de vanidades, avaricias y encerrado en egoísmos del mundo.
Enséñame a vivir  con el corazón apacible, esperando el gozo de volverme a encontrar contigo en tu venida gloriosa. Amén.

*Propósito para hoy*

Hacer, hoy, una revisión de mi vida para identificar las áreas en las que se manifiesta la duplicidad, y buscar los medios que me ayuden a vivir con más autenticidad.


*Frase de reflexión*"

Jesús nos asegura que siempre estamos a tiempo para sanar con el bien, lo mal hecho. Que los que han causado lágrimas hagan feliz a alguien; que los que han quitado indebidamente, den a los necesitados".

Papa Francisco.

A JESÚS POR MARÍA

*Preparación de la Consagración a María*

*DÍA 21*_

“Se tu...ese alguien” (con María)_


En caso de que la lista de 12 deberes de ayer nos haya parecido algo dificil, lo vamos a ver  de una manera más simple recordando la esencia de la consagración de Madre Teresa a María:

“Se tu ese alguien”. Es decir “Se  tu ese alguien, con María”.

¿Qué significa esto?

La clave viene de un versículo del Salmo 69,21

“El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay; consoladores y no encuentro ninguno”.

 La Madre Teresa responde, “Se tu ese alguien”, alguien que consuela a Jesús saciándole en su ardiente sed de amor. 

Escribe: “Díganle a Jesús:

“Yo seré quien sacie Su sed”. Yo le consolaré, le alentaré y le amaré. ... Estén con Jesús.

Él rezó y rezó, y después fue en busca de consuelo, pero no lo había. ... Yo siempre escribo esa frase: “Busqué quien que me consolara, pero no encontré a nadie”.

Después escribo:

“Se tu ese alguien”.

Entonces ahora seamos “ese alguien”.

Traten de ser quien puede compartir con Él, confortarle, consolarle. Y pidámosle a Nuestra Señora la  Virgen María que nos ayude a comprender”. 

Esa última frase es clave. Necesitamos a María para ayudarnos a entender la sed de Jesús. Es ella la que le consuela mejor. Es la esposa del Consolador, del Espíritu Santo. A través de María, el Espíritu Santo puede ayudarnos a entender lo que significa consolar al Corazón de Jesús:“Tratemos de manera particular de llegar a estar lo más cerca del Corazón de Jesús humanamente y tratemos de entender todo lo posible el terrible sufrimiento de Jesús, que le causan nuestros pecados y Su sed de nuestro amor. … Gracias a Dios estaba allí María para entender plenamente la sed de amor de su Hijo Jesús. Ella tuvo que responder inmediatamente: “Sacio Tu sed con mi amor y el sufrimiento de mi corazón”. 

Sí, podemos dar gracias a Dios por María. Nos enseña a “ser ese alguien” al lado de ella, consolando a Jesús en el Calvario.

Nos ayuda a decir a Jesús sin tardar: “Jesús, sacio Tu sed”. 

Pero ¿qué significa exactamente esto? ¿Qué significa saciar la sed de Jesús?

Son dos cosas: 

1- Consolar a Jesús, a la Cabeza de su Cuerpo Místico y 

2- Consolarlo en los miembros de su Cuerpo. 

¿Cómo consolamos a Jesús, a la Cabeza del Cuerpo?

 Siendo apóstoles de alegría, es decir “consolar al Sagrado Corazón de Jesús mediante la alegría” y lo hacemos especialmente con la alegría de María.

Pues la Madre Teresa continúa diciendo: “Por favor, pídale a Nuestra Señora , la Virgen Maria que me dé su corazón”. María es la que, a pesar de su propia prueba de oscuridad, alaba y da gracias a Dios por todo, le sonríe y lo consuela con su amor.

Es sencillo y hermoso. Madre lo resume con sus tres virtudes características: 

a) La entrega total a Dios,

 b) La confianza amorosa y

c) La alegría perfecta. 

Es ser como un niño, con María, sonriendo a Jesús y amándolo desde el pie de la Cruz. 

 ¿Cómo consolamos a Jesús en los miembros de su Cuerpo?

Reconociendo su sed. Todos tienen sed: ricos y pobres, jóvenes y mayores, creyentes y no creyentes. Cada persona tiene un corazón inquieto, pues el hombre es una sed inquieta. Consolar a Jesús en los demás es responder a su sufrimiento, especialmente a ese sufrimiento más profundo y universal: la sed del amor.

Debemos responder a esta sed en los demás no con indiferencia sino con una sonrisa dulce que dice:

“Me alegra que tú existas, y yo también entiendo el dolor de la sed”. 

Madre Teresa explica:

“El mayor mal es la falta de amor y de caridad, esta terrible indiferencia hacia el prójimo.... La gente hoy tiene hambre de amor, de este amor comprensivo,que es mucho mayor y que es la única respuesta a la soledad y a la gran pobreza”. 
Aceptando su propia sed (con la ayuda de María) y no huyendo de ella, la Madre Teresa pudo entender la sed de los demás — tanto la de Jesús en la Cruz como la de Jesús en su prójimo — y se convirtió en apóstol de misericordia y alegría: una verdadera misionera de la caridad.


*Oración del día:

*Ven, Espíritu Santo, que habitas en María. Ayúdame a “ser ese alguien” para consolar a Jesús con María

A JESÚS POR MARÍA

Consagración a MARIA

Día 20

Consagración a Cristo Rey.

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CRISTO REY DE LA PAZ, llenos de júbilo venimos hoy a postrarnos ante Ti y gozosos te proclamamos, una vez más, Rey Eterno de las Naciones. Coronamos tu frente con una diadema de corazones de todo el mundo, para que rijas a tu pueblo amado. Eres Rey, así lo afirmaste en tu Pasión; eres Salvador, así te manifestaste en tu Resurrección; eres el Hijo del Padre, así te reconocemos en tu divinidad; eres la Fuente del Amor, así lo expresaste al morir por nosotros en la Cruz. El mundo, siempre fiel, desea volver a entronizar tu Corazón en todos los hogares e implantarlo en la sociedad, para rendirte el homenaje que mereces como Rey y Señor del Universo.Consagramos a tu Corazón tu Iglesia que peregrina  con sus Obispos, Presbíteros y Diáconos, Religiosos y Religiosas y Fieles laicos, y a las nuevas vocaciones sacerdotales y de vida consagrada, para que tengan una sólida formación en el seguimiento radical de tu Evangelio y en una generosa entrega para la salvación de sus hermanos, impulsados por una profunda vida espiritual.Consagramos a tu Corazón amoroso el mundo entero: a los Gobernantes, para que trabajen siempre por el bien común; a las familias, para que forjen en las virtudes humanas y cristianas el corazón de las nuevas generaciones; a los indígenas y campesinos, obreros e inmigrantes, para que alcancen un mejor nivel de vida y un pleno respeto de su dignidad y sus derechos; a los legisladores y a los profesionales de la salud, para que respeten y defiendan la vida desde su inicio en el seno materno hasta su conclusión natural; a los que se dedican a la educación, la cultura, el arte y los medios de comunicación social, para que contribuyan a un mejor y más armónico desarrollo de la sociedad difundiendo valores auténticos; a quienes logran avances científicos y tecnológicos, para que haciendo un uso responsable protejan la naturaleza que has creado y contribuyan al desarrollo integral de la persona y el fin trascendente del hombre; a los distintos constructores de la sociedad, para que promuevan los principios básicos para la convivencia: amor, verdad, justicia, libertad, paz, respeto, solidaridad; a los amigos y a los enemigos, para que reines en todos los habitantes de la tierra. Te adoramos como fieles tuyos, te pertenecemos y estamos resueltos a defender tu Reino hasta que triunfe y sea exaltado, reverenciado y amado tu Sacratísimo Corazón, ofreciéndote gloria, amor y reparación.CRISTO REY, desde la montaña consagrada a Ti, cura las heridas y enjuga las lágrimas de toda la humanidad, consagrada a nuestra Madre, Santa María, Estrella de la Evangelización. Reina con el suavísimo cetro de tu misericordia y míranos con ojos benignos, extendiendo tus manos poderosas para bendecirnos y protegernos de las asechanzas del mal.Y Tú, Redentor amoroso de la humanidad, atrae a tu Corazón a los pecadores, a los desorientados, especialmente a los jóvenes, engañados con falsas doctrinas que los alejan de Ti. Conserva la fe que hemos recibido de nuestros padres y que ha sido sellada con la sangre de nuestros Mártires y el ejemplo de nuestros Santos. Que tu Iglesia Santa y Católica pueda trabajar en auténtica libertad, para salvaguardar la dignidad humana de todos y ser un testimonio gozoso y humilde de tu resurrección y salvación.Danos, por fin, una santa muerte e introdúcenos en la herida preciosa de tu Corazón para resucitar en Ti a la vida eterna del cielo.Corazón Santo, Tú reinas ya. El mundo es tuyo, siempre será. ¡VIVA CRISTO REY  y  SANTA MARÍA VIRGEN.
23 de Noviembre del 2019.

ORACION REFLEXIVA

ORACIÓN REFLEXIVA

.Señor mío, Tú sabes que mi corazón herido anda como viento errante en este mundo y en mi pobreza, es muy poco lo que puedo ofrecerte.
Tú, sin embargo, me has capacitado desde antes de darme la vida y sabes lo que puedes esperas de mí, confías en que lo tengo todo para triunfar.
Oh mi Dios, yo creo en Ti, confío en que tus divinas gracia vienen a mi rescate a sanar mis heridas y así crecer en el amor hacia Ti y a los demás.
Tú eres el Dios verdadero, el Dios de la esperanza y el de las promesas eternas, mi único Dueño y dador de vida. Ayúdame a permanecer en Ti con un corazón cóntrito y humillado.
Enséñame, oh Dios de mi vida, a ser totalmente desprendido y generoso. Que no encuentre límites nunca para dar hasta lo que no tengo con tal de hacer obras agradables a Ti. Amén.
*Propósito para hoy*Ser especialmente generoso en el diezmo a la Iglesia o con las obras de evangelización durante todo el año.
*Frase de reflexión*"Mira a Cristo Crucificado: en Él brota la esperanza que dura hasta la vida eterna." Papa Francisco.

ORACIÓN

ORACIÓN REFLEXIVA.    

Señor mío, gracias por darme la oportunidad de contarme entre los tuyos.

Tú Palabra es mi apoyo en momentos difíciles y mi brújula para llegar al Cielo.

No quiero ser una persona incoherente y olvidarme de tus mandatos, uno de esos que dicen conocer tu palabra, pero a escondidas hago otra cosa.
Quiero mantenerme firme entro lo que digo y hago.

Sólo Tú puedes darme la fuerza para sostenerme y salir adelante en los momentos de quiebre.

Quiero creer en Ti, demostrarte con mis obras que te amo, pues ¿cómo podré decir que pertenezco a tu familia sino practico lo que me dices?

Señor, gracias por haberme dejado a tu Madre, ella es mi compañera de caminos, mi estrella de la mañana, la más grande de tus discípulos.

Espero que yo, a fiel ejemplo de María, pueda imitarte también en todas tus virtudes, amarte y ser uno de los que trabajan para tu Reino.

Tú has dicho que quien practica tu Palabra se convierte en una María, en cada uno de tus discípulos y así comenzamos a ser parte de tu familia.

A María acudiré siempre para que me consuele en las dificultades y me ayude a alcanzar una verdadera imitación de tu vida y de tu amor. Amén

*Propósito para hoy

*Hoy voy a reflexionar en cómo puedo vivir más entregado al servicio, y cómo puedo hacer para comprender y amar a las personas ingratas con mayor misericordia.

*Frase de reflexión*

"Si alguien nos pide ayuda, ¿nos paramos? ¡Hay tanto sufrimiento y pobreza, y tanta necesidad de buenos samaritanos".

Papa Francisco

A JESÚS POR MARÍA

*Preparación de la Consagración a María*

*DÍA 17*

_Las visiones de 1947_

Varios meses después de sentir por primera vez su “llamada dentro de la llamada”, la Madre Teresa experimentó tres visiones que profundizaron esa llamada :

1-En la primera visión vio una gran muchedumbre de todo tipo de personas que incluyó a los muy pobres y a los niños. Las personas de la muchedumbre tenían las manos levantadas hacia ella y exclamaban: “Ven, ven, sálvanos —llévanos a Jesús”. 

 2- En la segunda visión, la misma gran muchedumbre estaba allí y esta vez la Madre Teresa podía ver el dolor inmenso en sus rostros. Aunque no podía ver el rostro de María, podía escuchar lo que decía:“Cuida de ellos — son míos. — Llévaselos a Jesús —tráeles a Jesús. —No temas”. 

3- En la tercera visión la misma gran muchedumbre estaba allí otra vez, pero cubierta de tinieblas. No obstante, Teresa podía verla. En ese lugar Jesús estaba colgado en la Cruz y Nuestra Señora estaba a poca distancia. Teresa, como niña, estaba justo enfrente de María. La mano izquierda de María se posaba sobre el hombro izquierdo de Teresa y su mano derecha tenía el brazo derecho de Teresa. Ambas miraban a la Cruz y Jesús le dijo a Teresa:“Te lo he pedido. Ellos te lo han pedido y ella, Mi Madre, te lo ha pedido. ¿Te negarás a hacer esto por Mí — cuidar de ellos, traérmelos?”

 
Miremos el papel de Nuestra Señora en estas visiones. Está allí ayudándole a Teresa a escuchar el deseo del Corazón del Señor y a ver el sufrimiento de la muchedumbre. Está allí como una Madre con su “niña”, dirigiéndose a Jesús y a la muchedumbre a la vez.

Le da consuelo y apoyo a Teresa, tal como lo hizo con San Juan al pie de la Cruz.

 El Padre Joseph Langford, MC, cofundador de los Padres Misioneros de la Caridad, reflexiona sobre el significado de estas visiones:
“Sin Nuestra Señora, la Virgen María, estaremos solos ante las cruces de la vida, ajenos a Jesús entre nosotros.

En tiempos de prueba, nos encontramos a menudo como los pobres en la visión de la Madre Teresa, rodeados de oscuridad, ignorantes de que Jesús está ahí, entre nosotros. 

Sin la fidelidad que Nuestra Señora , la Virgen María ofreció a la Madre Teresa, el mundo no habría oído hoy esas palabras [“Tengo sed”], ni las habría visto vividas hasta el final”. 

Vemos, que María estuvo especialmente presente para la Madre Teresa no sólo durante estas visiones sino también durante la gracia original del 10 de septiembre. En el quincuagésimo aniversario de ese día bendito, Madre Teresa compartió algo nuevo:

“Si Nuestra Señora no hubiera estado allí aquel día, nunca habría sabido a qué se refería Jesús cuando dijo: “Tengo sed”.

¿Qué quiso decir Teresa?

Lo que quiso decir es que, Nuestra Señora la Virgen María fue la primera persona que escuchó el clamor de Jesús “Tengo sed” junto con San Juan, y estoy segura que María Magdalena también. Puesto que ella estuvo ahí en el Calvario, conoce qué tan real, qué tan profundo es su anhelo por ti y por los pobres. ¿Lo sabemos? ¿Lo sientes como Ella? 

Pídele que te enseñe…. Su papel es el de ponerte cara a cara, como a Juan y a Magdalena, con el amor en el corazón de Jesús crucificado. 

Primero fue Nuestra Señora suplicándole a Madre, es ahora Madre, quien en su nombre te suplica a ti: “escucha la Sed de Jesús”“.


Este pasaje llega al corazón de la relación de la Madre Teresa con María y nada la resume mejor que esta magnífica frase:

Su papel es el de ponerte cara a cara… con el amor en el corazón de Jesús crucificado.


*Oración del día:

*Ven, Espíritu Santo, que habitas en María. Pónme cara a cara con el amor en el Corazón de Jesús crucificado.

A JESÚS POR MARÍA

Preparación de la Consagración a María

DÍA 16

“la llamada dentro de la llamada”

 El 10 de septiembre, la experiencia de la sed que Jesús tiene de amor y de almas.

Durante muchos años la Madre Teresa no habló de esta experiencia con nadie salvo con su director espiritual.

Más tarde, cuatro años antes de su muerte, el 25 de marzo de 1993, después de leer un mensaje Cuaresmal de San Juan Pablo II sobre las palabras “Tengo sed”, se sintió motivada a revelar su secreto en una carta dirigida a sus Misioneras de la Caridad. Dado que esta carta parece revelar el corazón de la Madre Teresa más que cualquier otra cosa, la citaré ahora en detalle, y constituirá toda nuestra reflexión de hoy:“Después de leer la Carta del Santo Padre sobre “Tengo Sed”, quedé muy impactada. No puedo decirles lo que sentí. Su carta me hizo comprender más que nunca lo hermosa que es nuestra vocación. … Estamos recordando al mundo que Él está sediento, lo cual es algo que había sido olvidado. … La carta del Santo Padre es una señal… para nuestra Sociedad entera, para adentrarnos más en esta gran Sed que Jesús tiene de cada uno.

También es una señal para Madre de que ha llegado el tiempo de hablar más abiertamente del don que Dios me concedió el 10 de septiembre, para explicar completamente, tanto como puedo, lo que significa para mí la Sed de Jesús. … Jesús quiere que les diga de nuevo… cuánto amor les tiene a cada uno de ustedes, más allá de todo lo que puedan imaginar. Me preocupa que algunos de ustedes no hayan encontrado a Jesús en realidad, uno a uno, Jesús y tú a solas. Podremos pasar tiempo en la capilla, pero ¿han visto con los ojos del alma como los mira con amor? ¿Conocen realmente al Jesús vivo? No por los libros sino por estar con Él en su corazón.

¿Han escuchado las amorosas palabras que les dirige?

Pidan la gracia, Él está anhelando otorgársela. Hasta que puedan escuchar a Jesús en el silencio de sus propios corazones no podrán escucharle decir “Tengo Sed” en los corazones de los pobres. Jamás dejen este contacto diario e íntimo con Jesús como una persona realmente viva, no sólo con una idea.

¿Cómo podemos durar un solo día sin oír a Jesús decir, “Te amo”? Imposible. Nuestra alma lo necesita tanto como nuestro cuerpo necesita respirar aire. Si no, la oración está muerta, la meditación es tan solo pensamiento.

Jesús desea que cada uno lo escuchemos hablándonos en el silencio de nuestros corazones.

Tengan cuidado de todo lo que pueda interferir con el contacto personal con Jesús vivo. El diablo puede tratar de usar las heridas de la vida y algunas veces nuestros propios errores, para hacernos sentir que es imposible que Jesús realmente nos ame, que realmente está uniéndose a ti. Este es un peligro para todos nosotros. Y es tan triste, porque es completamente opuesto a lo que Jesús quiere en realidad y está esperando decirte: no sólo que te ama, sino más aún, que está anhelándote. Que añora que estés con Él. Él tiene sed de ti. Que te ama siempre, incluso cuando no te sientes digno.

Cuando no eres aceptado por los demás, incluso por ti mismo, Él es quien te acepta siempre.

Hijos míos, no deben de ser diferentes para que Jesús los ame. Tan sólo crean; tú eres precioso para Él. Deja todos tus sufrimientos a Sus pies y sólo abre tu corazón para ser amado por Él así tal como eres. Él hará el resto. Todos ustedes saben en su mente que Jesús los ama, en cambio en esta carta, Madre quiere tocar sus corazones.… Es por eso que les pido que lean esta carta frente al Santísimo Sacramento, en el mismo lugar donde fue escrita, para que Jesús mismo pueda hablarles a cada uno. … Sus palabras en la pared de cada capilla MC, no pertenecen al pasado sino que están vivas aquí y ahora y están siendo dirigidas a ti. ¿Lo creen? Si es así, podrás escuchar, podrás sentir Su presencia. Permitan que sea algo tan íntimo para cada uno de ustedes como lo es para Madre, ésta es la alegría más grande que ustedes pueden darme. Madre tratará de ayudarlos a entender, pero es el mismo Jesús quien debe decirles “Tengo Sed”. Escucha tu propio nombre, no sólo una vez; escúchalo a diario. Si lo escuchan con sus corazones, oirán, entenderán. ¿Por qué dice Jesús “Tengo Sed”? ¿Qué quiere decir? Algo tan difícil de explicar en palabras; si has de recordar algo de la carta de Madre recuerda esto: “Tengo Sed” es algo mucho más profundo que Jesús diciendo sencillamente “Te amo”. Hasta que sepas en lo profundo que Jesús está sediento de ti, no puedes siquiera comenzar a saber quién quiere ser para ti o quien quiere que seas tú para El. … Nuestra Señora fue la primera persona que escuchó el clamor de Jesús “Tengo Sed” junto con San Juan, y estoy segura que María Magdalena también. Puesto que ella estuvo ahí en el Calvario, conoce qué tan real, qué tan profundo es su anhelo por ti y por los pobres. ¿Lo sabemos? ¿Lo sientes como ella? Pídele que te enseñe…. Su papel es el de ponerte cara a cara, como a Juan y a Magdalena, con el amor en el corazón de Jesús crucificado. 

Primero fue Nuestra Señora suplicándole a Madre, es ahora Madre, quien en su nombre te suplica a ti: “escucha la Sed de Jesús”.

Que sea para cada uno… una Palabra de Vida.

¿Cómo nos acercamos a la Sed de Jesús?

Sólo un secreto: mientras más te aproximes a Jesús mejor conocerás Su Sed. “Arrepiéntete y cree” nos dice Jesús.

 ¿De qué tenemos que arrepentirnos? 

De nuestra indiferencia, de nuestra dureza de corazón.

¿Qué tenemos que creer?

Que Jesús tiene sed aún ahora, en nuestro corazón y en los pobres. Él conoce nuestra debilidad, quiere solamente nuestro amor, quiere solamente la oportunidad de amarte. Él no está atado por el tiempo. Cada vez que nos acercamos a Él, nos asociamos con Nuestra Señora, con San Juan, con Magdalena. Escúchenlo. Escuchen su propio nombre; y haz que mi alegría y la tuya sean completas”. 


Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María. Ayúdame a escuchar la sed de Jesús.

A JESÚS POR MARÍA

Preparación a la Consagración a María

TERCERA SEMANA

Santa Madre Teresa de Calcuta

DÍA 15

Amante del Corazón de Jesús

¿Quién es Santa Madre Teresa de Calcuta?

 Ella es fácil de entender. Lo único que necesitamos saber son dos palabras: “Tengo sed ”. Estas palabras del Corazón de Jesús, dichas desde su agonía en la Cruz, fueron la entera preocupación de la Madre Teresa, su todo — y lo mismo se podría decir de Nuestra Señora. El deseo más profundo tanto del corazón de Madre Teresa como del corazón de la Madre de Dios es saciar la sed de amor y de almas que tiene el Corazón de Jesús. En este sentido la vida de la Madre Teresa es una revelación del Corazón de María y presenta una de las expresiones más ricas de la consagración mariana.

  La parroquia de origen de la Madre Teresa en su Macedonia natal se llamaba, convenientemente, “Sagrado Corazón”. Convenientemente, porque tal como ella dijo, “Desde mi infancia el Corazón de Jesús ha sido mi primer amor”.  Este amor podría haber empezado cuando, a la edad de 5 años, recibió el Corazón Eucarístico de Jesús por primera vez. En esa ocasión experimentó la sed ardiente de almas del Señor mismo. Con los años esta sed creció y floreció, y a la edad de 12 surgió la convicción de que Dios la llamaba a ser misionera. Cuando tenía 18 años, entró en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María (la Congregación de Loreto) y solicitó ir a las misiones de Bengala, India, adonde fue enviada el siguiente año. Después de un año de noviciado, la asignaron a la comunidad de Loreto en Calcuta para dar clases en la Escuela Media Bengalí de Santa María para niñas. La nueva hermana serviría allí por más de una década y media. Los años que la Madre Teresa pasó en la escuela de Santa María fueron felices. De hecho, fue tan generosa con el Señor que con el permiso de su director espiritual hizo un voto extraordinario: no negar nada a Jesús.

Cinco años después, Jesús puso a prueba en grande ese voto. El 10 de septiembre de 1946, en un tren en camino a su retiro anual, la hermana de 36 años experimentó lo que describió como “la llamada dentro de la llamada”.

Los detalles de esta llamada se aclararon en las semanas y meses siguientes mediante un aluvión de experiencias místicas, incluyendo las visiones. En el centro de esta llamada se encontraban la sed ardiente que Jesús tiene de amor y de almas y un pedido a Teresa: fundar la congregación religiosa de las Misioneras de la Caridad. Respecto a esto último, como para recordarle el voto que había hecho, Jesús continuó diciéndole: “¿Te negarás?” 
La Madre Teresa no le negó nada al Señor. Después del retiro, habló con su director espiritual y, con su permiso, contactó al obispo. Cuando el obispo dudó en aprobar sus planes, le escribió: “No se retrase, Excelencia, no lo aplace. … Quitémosle al Corazón de Jesús Su continuo sufrimiento”. En la misma carta, repitió esta idea: “Llevemos alegría al Corazón de Jesús, y apartemos esos terribles sufrimientos de Su Corazón”.  Finalmente, el obispo dio su aprobación y la Madre fundó las Misioneras de la Caridad cuyo propósito general es el siguiente: “saciar la sed de Jesucristo en la Cruz de Amor y de Almas”. 

Desde el principio de la nueva congregación la Madre Teresa comenzó a experimentar una “oscuridad tan terrible” en su alma “como si todo estuviera muerto”. A veces le parecía insoportable, y  frecuentemente se hallaba a sí misma al borde de la desesperación.

En 1961 recibió una luz en esta oscuridad. Después de una conversación con un sacerdote santo, se dio cuenta de que su anhelo doloroso era, en realidad, una participación en la sed de Jesús: “Por primera vez en estos once años he llegado a amar la oscuridad. Pues ahora creo que es una parte, una muy, muy pequeña parte de la oscuridad y del dolor de Jesús en la tierra”.

La experiencia de oscuridad y anhelo doloroso continuó para Teresa hasta el fin de su vida. Encontró el valor para perseverar porque, como dijo su director espiritual, se dio cuenta de que la oscuridad era, en realidad, un “vínculo misterioso” que la unía al Corazón de Jesús. 
“El sufrimiento tiene que venir porque si ustedes miran la cruz, Él tiene su cabeza inclinada hacia abajo — quiere besarlos — y Él tiene ambas manos completamente extendidas — quiere abrazarlos. Él tiene su corazón totalmente abierto para recibirlos. Entonces cuando se sientan miserables miren hacia la cruz y sabrán lo que está ocurriendo.

El sufrimiento, dolor, pesar, humillación, sentimientos de soledad, no son sino el beso de Jesús, la señal de que ustedes se han acercado tanto, que Él puede besarlos. Una vez le dije esto a una dama que sufría mucho. Ella contestó: “Pídale a Jesús que no me bese, que deje de besarme”. Ese sufrimiento tiene que venir tal como vino a la vida de Nuestra Señora, y tal como vino a la vida de Jesús, tiene que venir también a sus vidas. Pero nunca pongan caras de tristeza. El sufrimiento es un regalo de Dios. Es un vínculo interno entre ustedes y Jesús”.


Oración del día:

Ven, Espíritu Santo, que habitas en María. Ayúdame a encontrar el amor del Corazón de Jesús oculto en la oscuridad.

A JESÚS POR MARÍA

*Preparación de la Consagración a María*

*DÍA 14**_

La Consagración de Kolbe_*

Para terminar las reflexiones de esta semana sobre la enseñanza de San Maximiliano Kolbe acerca de la consagración mariana, será conoceremos su propia oración de consagración. Ahora vamos a examinarla en tres partes: 

(1) una invocación

,(2) una súplica a María para que nos reciba como propiedad suya,

 (3) una súplica a María pidiéndole que nos utilice para ganar a otras almas para ella.

La oración comienza con una invocación:

B“Oh Inmaculada, Reina del cielo y de la tierra, refugio de los pecadores y Madre nuestra amorosísima, a quien Dios quiso confiar la entera economía de la misericordia”. Aquí tenemos el título favorito de Kolbe para María, la “Inmaculada”. Como sabemos por su aparición en Lourdes, esta es su identidad. Para Kolbe es su identidad más importante porque subraya su unión íntima con el Espíritu Santo.

Esta invocación también incorpora otra parte de la identidad de María: Madre. María es la madre más humilde, dulce, tierna y cariñosa. Finalmente, Kolbe alude aquí a otro de sus títulos favoritos, a saber, Mediadora de todas las Gracias. Pues a María “Dios quiso confiar la entera economía de la misericordia”.

 La segunda parte de la oración de consagración expresa una súplica para que María nos reciba como propiedad suya:

B“Yo, indigno pecador, me postro a tus pies suplicándote humildemente que aceptes todo mi ser como cosa y propiedad tuya, y hagas lo que desees de todas las facultades de mi alma y de mi cuerpo, de toda mi vida, muerte y eternidad”. 


Recordemos que Montfort en su fórmula de consagración amplió y detalló lo que entregaba a María: su cuerpo, su alma, sus bienes y méritos, etc. Kolbe tiene la misma intención que de Montfort pero lo simplifica al expresar el don de sí mismo a María con una declaración concisa: “Que aceptes todo mi ser”. A la inversa, mientras que de Montfort describe el propósito de su consagración con una simple frase  “a la mayor gloria de Dios”, es Kolbe quien lo amplía y detalla. Así, en la tercera parte de su oración de consagración Kolbe describe el propósito de su ofrenda no simplemente “a la mayor gloria de Dios” sino de la siguiente manera:“Dispón, si quieres, de todo mi ser sin ninguna reserva, para que se cumpla lo que fue dicho de ti: “Ella te aplastará la cabeza”, así como: “Tú sola has destruido todas las herejías en el mundo entero”, a fin de que en tus manos inmaculadas y misericordiosísimas yo llegue a ser un instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas almas extraviadas e indiferentes y difundir así todo lo posible el bendito reino del Sagradísimo Corazón de Jesús. Donde tú entras, en efecto, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia que fluye del Corazón dulcísimo de Jesús para nosotros nos llega a través de tus manos”.   ¡Kolbe le está pidiendo a María que lo utilice para derrotar el reino de Satanás! Tal vez retrocede (un poco) en su increíble ambición cuando dice que quiere ser utilizado para ayudar a difundir “ todo lo posible el bendito reino del Sagradísimo Corazón de Jesús”. Aun así, su audacia es increíble. Quiere que María lo utilice como su instrumento — tanto como sea posible — para aplastar a Satanás y extender el reino de Dios, el reino del amor del Corazón de Jesús. Es interesante que Kolbe se concentre en el Corazón de Jesús mencionándolo dos veces. No es un capricho pasajero. Por ejemplo, aparece de nuevo cuando da el lema de su ejército de Caballeros de la Inmaculada, la Milicia Inmaculada: “Nuestro único estímulo es el amor al Santísimo Corazón de Jesús, a fin de unir a Él, a través de la Inmaculada, al mayor número posible de almas”. Aprenderemos más sobre el Corazón de Jesús como la meta más perfecta para nuestras vidas espirituales cuando reflexionemos la próxima semana sobre Santa Madre Teresa y sus enseñanzas.
*Oración del día:*Ven, Espíritu Santo, que habitas en María. Prepárame para entregar todo a la Inmaculada por el Reino de Dios

VIDA ESPIRITUAL

*Clasificación de los Ángeles*
Teólogos y escritores sagrados de los comienzos de la Iglesia, basándose en la enumeración dada en la Sagrada Escritura por Isaías (cf. 6, 2), Ezequiel y San Pablo (cf. Col 1, 6; Ef 1, 21; Rom 8, 38), donde se mencionan nueve órdenes diferentes de ángeles, los han clasificado en tres jerarquías distintas, cada una incluyendo tres órdenes:
*JERARQUÍA SUPERIOR*
Serafines - Querubines - Tronos


*JERARQUÍA INTERMEDIA*
Dominaciones - Virtudes - Potestades


*JERARQUÍA INFERIOR*
Principados - Arcángeles – Ángeles


Estos nueve coros de ángeles se diferencian entre sí por el grado de perfección de su naturaleza y de su gracia, siendo éstas mayores mientras más elevado sea su rango.

Hay que hacer notar que todos son llamados "ángeles", pero que este nombre se aplica también al coro inferior, al cual generalmente suelen pertenecer los Ángeles de la Guarda.